viernes, 9 de julio de 2010

CAPITULO 7

CAPITULO 7



--Vete – susurre con apenas un hilo de voz.

--Isabella… – antes de que continuara hablando enterré mi cara en las almohadas y me cubrí toda con las mantas.

Lo escuche caminar en el pasillo y después la puerta se cerro. Ya no intente para nada contenerme y deje correr las lagrimas por mi rostro, quería que al menos pudieran lavar algo de mi estupidez. Como había podido ser tan tonta, como pude confundir todo? Había creído y confiado en el y simplemente me dijo que no estaba interesado en ningún tipo de relación que implicara un compromiso.

Que humillada me sentía.

Me moví un poco en la cama. Abrí mis ojos y la luz que entraba por las ventanas me cegó momentáneamente. El cuerpo me dolía un poco seguramente por haber permanecido en la misma posición toda la noche. Las medicinas debieron haberme hecho dormir profundamente.

“Las medicinas” ¡Demonios!, no las había tomado.

Mire hacia mi mesita de noche y ahí estaba el vaso con leche y mi bolso, Edward los había dejado ahí después de haberme rechazado y antes de irse. No, no había sido un sueño, la noche anterior me había atrevido a decirle a Edward Cullen que me gustaba y el cortésmente me había rechazado.

Bien, ahora podía sentir en carne propia como se sentía estar del otro lado, había rechazado a algunas personas en mi vida pero de verdad jamás pretendí lastimarlas o herir sus sentimientos. Creo que poniéndome de ese lado podría entender un poco a Edward... ¡No!, no podría, sin duda alguna el confesarle a alguien que te gustaba y que te dijeran “gracias, pero no me interesa nada contigo” era de las cosas que mas lastimaban.

Pero en realidad ¿Que estaba sintiendo en ese momento? Primero unas ganas enormes de abofetearme a mi misma por haber confundido la actitud de Edward y segundo, un dolor muy grande en mi corazón, lo sentía oprimido, como si alguien lo tuviera entre sus manos apretándolo y haciendo el dolor mas grande conforme se cerraban sus manos.

“No pienses Bella, no pienses” me repetía mientras llegaba al baño y cuando vi mi reflejo en el enorme espejo, sin dudarlo, me quite la ropa y el maquillaje corrido que tenia mientras se llenaba la bañera, necesitaba estar ahí un rato y aclarar mi mente.

Ahí remojada me di cuenta que no podría sentir mas vergüenza que la que ya sentía además del dolor de saber que Edward no quería nada conmigo ni con nadie, aunque eso no me reconfortaba ni un poquito.

¿Como lo vería de nuevo a la cara? Se reiría de mí por supuesto. No quería ni imaginarme lo que debía de haber pensado cuando escucho mis palabras. No se había movido seguramente porque se debía haber aguantado tanto la risa y no me quería hacer sentir mal. Y yo ahora si había quedado como la “niñita inmadura” que tanto me había esforzado en demostrar que no era.

Ya no podría verlo de nuevo, aunque seria imposible siendo hermano y Alice y Emmett. Tendría que tratar de evitarlo lo mas posible si no quería seguir haciendo el ridículo ante el.

No podía permitirme seguir sintiendo, no me gustaba la sensación de querer y no poder tenerlo sabiendo que estaba tan cerca de mí. ¿Porque de entre tantos hombres me había gustado Edward Cullen?, ¿Porque tuvo que ser el?

Tuve que salir de la bañera porque el agua ya estaba muy fría y yo ya tenía arrugadas las manos y los pies. Me seque y después me observe en el espejo. Mis raspones estaban sanando tan bien que ya me pondría una crema que el Dr. Sloan me había dado para que no me quedaran marcas. Al menos ese día había una buena noticia.

Después de asegurarme de haberme puesto la crema perfectamente, me puse unos jeans suaves y una playera blanca suave de algodón, me hice una coleta, me puse un poco de polvos y gloss en los labios, mis zapatos planos cafés y un suéter café también. Cambie de bolso, tome mis medicinas y salí en busca de Jimmy, no me quedaría encerrada llorando mi vergüenza.

Por ser un fin de semana feriado, Tom tenia esos días libres así que tuve que conducir mi adorada SUV Volvo hacia casa de Jimmy, ¡Como la extrañaba! Gracias a Dios no había tráfico así que llegue por el muy rápido.

--¡Quiero saberlo todo Bella!, ¡Todo! – gritaba emocionado.

--Jimmy… – hice una pausa pensando como decirle – no hay mucho que contar, le dije que me gustaba y me rechazo.

--¿¡Que!? – casi se le salían los ojos cuando escucho mis palabras.

El “Becco” era uno de nuestros restaurantes italianos preferidos cerca de Times Square, nos dieron una mesa un poco apartada del bullicio y lo agradecimos para que así pudiéramos hablar. Le conté a Jimmy lo que había sucedido la noche anterior y después de poner cara de sorpresa cada vez que le repetía las palabras de Edward, se quedo pensativo un rato.

--¿Sabes Bella? Creo que al menos tenemos que agradecerle que fuera sincero. ¿No crees?

--Fue demasiado brusca tanta sinceridad Choo, no estaba preparada para esto – admití – me duele mucho.

--¿Hubieras preferido que se aprovechara de ti y te dijera después que no buscaba ningún tipo de compromiso? Pienso que de verdad fue honesto contigo al decírtelo, aunque yo si creí que tanta galantería y tantas atenciones eran porque le interesabas. Hay que felicitar a Esme, hizo un excelente trabajo educando a sus hijos – no oculto la ironía en su voz.

--Yo lo único que se, es que me duele mucho todo lo que paso pero tampoco me puedo tirar a llorar, aunque me este muriendo de la vergüenza, no puedo Choo, no me dejes hacerlo, por favor – mi voz se quebró y empezaron a rodar las lagrimas por mis mejillas, ya había aguantado mucho sin dejarlas salir.

--¡No voy a hacerlo! , lo sabes bien. ¡Tu eres fuerte Bella!, esto no es nada, ¡Eres fuerte!, recuérdalo – si había en el mundo alguien incondicional conmigo después de mis padres y Rose, ese era Jimmy.

--Tengo que pensar muy bien que voy a hacer porque no puedo evitarlo siempre. Habrá ocasiones en las que me lo tenga que encontrar y yo no se si pue…

--Claro que puedes Bella, ya te lo dije. Todo se puede en esta vida, si estas conmigo – me guiño un ojo – mira, vamos a pedir un pastel de chocolate, con eso al menos por el momento se nos olvida.

Si algo había de cierto en este mundo era que el chocolate alegraba las penas o las volvía menos amargas, así que me seque las lagrimas y me comí todo el pastel. Antes de pedir la cuenta mi celular sonó, era Rosalie y no le conteste porque tal vez estuviera en casa de Esme y Carlisle y lo mas probable era que Edward estuviera ahí también y mientras menos supiera de el, mejor para mi.

Al minuto, el celular de Jimmy también repico y era Rose preguntando por mi. El le dijo que habíamos salido a comer temprano y vuelto a casa para ver una película pero me había quedado dormida. Alice le grito que recordara mi cita en el hospital el lunes para mi chequeo con Carlisle y con el Dr. Sloan.


Salimos del lugar con dos litros de helado de chocolate que era mi preferido. Pasamos a rentar un par de películas y nos fuimos a casa tal y como Jimmy le había dicho a Rose. Las películas habían sido todo unos sedantes, nos dormimos en la primera y la segunda no estaba mejor. Aun no era muy tarde pero ya quería meterme en la cama y quedarme dormida tan pronto pudiera, no quería que los pensamientos me aturdieran tanto como lo estuvieron haciendo durante todo el día. Llame a Jimmy para que se fuera a dormir a la que ya proclamaba como su habitación y como un muñequito de cuerda se dirigió a ella y se tumbo en la cama.

Me metí entre las sabanas y cuando estaba a punto de apagar la lámpara de mi mesita de noche, sonó mi celular.

--Hola Bella, ¿Como sigues?

--Hola Rose, estoy muy bien – la salude alegre – ¿Que hay?

--Nos dejaste plantados, te esperábamos para comer hoy también – ¿Me perdí de algo? No recuerdo que me hayan dicho.

--No Rose, creo que nadie me invito para ir hoy – estaba muy segura que no.

--¿Edward no te dijo?

--No – claro, no me quería ni a 30 kilómetros a la redonda después de lo de la noche anterior.

--¡Ash!, seguro olvido decirte.

--Si seguro.

--Bella, ahora si cuéntame, prometo no decirle ni una sola palabra a Emmett, por eso no me has dicho nada ¿Verdad?

--Ah Rose, ya se a lo que te refieres, pero créeme que no hay nada. Tienes un cuñado muy educado, atento y amable, nada mas – me mordí el labio al decir esto ultimo esperando no llorar.

--¿Que? No Bella, yo se lo que vi, Alice también cree que ahí hay algo, no me vengas con eso.

--No Rose, sabes que a ti no te mentiría – casi murmure.

--¿Pasa algo? – Rose me conocía muy bien.

--No, solo estoy cansada, ayer fue un día pesado y no me repongo. Creo que necesito dormir hasta el lunes.

--Deberías, te necesitare el próximo sábado Bella, es importante.

--¿Hay algo que debería saber?

--Aun no, pero te quiero muy lista. Cuídate Bella, te llamo ¿Ok?

--Claro Rose, un beso.

Rose podía ser la mas intrigante que haya conocido jamás. Odiaba que me dejara en suspenso pero no quise insistir porque corría el riesgo de que también ella lo hiciera conmigo y no quería contarle por el momento, tal vez mas adelante cuando pudiera ser un poco mas objetiva con su cuñado, le contaría.

El fin de semana trascurrió sin pena ni gloria. Descanse mucho, trate de no pensar y decidí que mi paz mental y mi tranquilidad valían demasiado la pena como para estar pensando en Edward Cullen.

¡Aja! eso es lo que había decidido, más no lo que podía hacer. En teoría era lo mas lógico, pero no podían pasar ni cinco minutos sin que lograra sacarlo de mi mente. Iba a ser extremadamente difícil tratar de hacerlo, muy difícil, pero ¿Que otra cosa podría hacer? Al menos debía intentarlo.

El lunes llego y se reiniciaron las actividades normales lo cual me alegro infinitamente ya que podría ocupar mi mente en mi trabajo, en cosas útiles.

Me levante temprano y fui al gimnasio un par de horas y luego empezaron las pruebas de vestuario para los desfiles de enero. Tardamos más de lo que pensé y tuve que correr para llegar a mi cita al hospital.

--Todo esta muy bien Bella, te has cuidado y creo que te recuperaste mas rápido de lo normal.

--Gracias Carlisle, he tratado de seguir todas tus indicaciones.

--Me da gusto por ti Bella, solo no te expongas tanto ¿De acuerdo?

Le sonreí encogiendo mis hombros. Me dejo solo con un antibiótico ligero por unos días más para asegurarse de que la infección no se reactivara.

Mi semana continuo tranquila pero ajetreada. Entre el gimnasio, pruebas para los diseños de campañas y citas con Angela para reacomodar la agenda ya que por mi infortunado percance y mi nuevo contrato, nuestras casi muy merecidas tres semanas de vacaciones se redujeron a 10 días solamente, creí que no tendría tiempo para pensar en Edward pero me equivoque, otra vez.

Llegue a casa extenuada, y la hora mas temida del día estaba por venir, así que prendí la tele para que por lo menos los sonidos distrajeran mi mente de pensar. ¿Pero porque seguía martirizándome con eso? ¿Porque continuaba pensando en sus ojos verdes? ¿Tan hipnotizada estaba?

¡Dios!, ¿Porque me consumían sus palabras?, ¿Porque me dolía mas saber que el no quería nada en serio? Me estaba lastimando mas saber que Edward no era una persona de compromisos, que su rechazo. Saber que hiciera lo que hiciera, el no iba a cambiar de opinión, no quería enamorarse jamás.

No tenia ninguna esperanza y el me gustaba. No se si sentía por el algo mas, no podía hablar de amor, pero al menos de una muy grande atracción si, de eso no me cabía ninguna duda y sabia también que yo no le era para nada indiferente, lo sabia y lo sentía. Pero si solo me gustaba y me atraía y me estaba muriendo de dolor por su rechazo… ¿Qué pasaría conmigo si estuviera enamorada de el?

El timbre del teléfono interrumpió mis pensamientos y al ver quien llamaba no pude evitar sonreír.



--¡Jake!

--De saber que me contestarías tan contenta te hubiera llamado muchísimo antes. ¿Como estas hermosa?

--¡Oh Jake! estoy muy bien ahora, ¿Tú como estas?, ¿Por donde andas?

--¿Ahora? Explícame eso.

--Bueno, me enferme hace unos días pero ya te cuento después, dime como va todo.

--Perfecto, como a ti. Estaré unos días en la ciudad y quiero ver a mis amigas preferidas, pero como están tan ocupadas tendrán que hacerme un lugarcito en sus agendas – río divertido.

--Tonto, sabes que para ti jamás estaremos ocupadas, bueno, hablo por mi porque Rose tiene en quien ocuparse ahora.

--¡Vaya! Que sorpresa que Rose siga con el chico que me contaste, ¿Porque es el verdad?

--Si, el mismo. ¿Entonces cuando tendré el gusto de ver tu carita?, ídolo de las multitudes.

--¿Te parece si vamos a cenar mañana?

--¡Claro! Esta muy bien mañana. Yo le aviso a Rose no te preocupes.

--De acuerdo Bella, te veré mañana entonces. Tengo que irme pero te llamo luego, un beso.

--Adiós Jake, un beso.

Que alegría me daba escuchar a Jake, y más saber que nos veríamos. Me encantaba platicar con el porque le podía levantar el animo hasta a los muertos, era genial. No lo pensé tanto y en ese mismo momento le marque a Rose.

--Bella, que bueno que llamas.

--¿Que pasa Rose?

--¿Recuerdas que te dije que te necesitaría para mañana?

--Si, lo recuerdo muy bien ¿por?

--¿Estas sentada Isabella Marie Swan?

--No me asustes, ¿Que sucede? – tanta formalidad me puso atenta.

--¡Hace un par de horas firme para Yves Saint Laurent! – Rose estaba feliz y podía escucharla llorar de felicidad del otro lado de la línea.

--¡Rosalie! Que maravillosa noticia.

--¡Al fin Bella!, ¡Al fin lo tenemos! – Y tenia mucha razón, al fin podíamos decir que habíamos logrado lo que queríamos. Aquel par de niñas que dejaron a sus familias a los 15 años para intentar ser modelos había cumplidos sus sueños.

--¡Tenemos que celebrar Bella!, ¡Así que mañana vamos a un club a bailar toda la noche!

--Por supuesto Rose, Jake esta aquí así que lo llevare, ¿Esta bien?

--¿Jake? ¿Esta aquí? ¡Grandioso!

--¿Y ese escándalo? ¿En donde estas?

--Ah, es Emmett, no ha dejado de celebrar, esta mas feliz que yo – soltamos un par de carcajadas por lo loco que podía comportarse a veces. Era un buen chico, tan diferente a …

--Entonces ve con el Rose, festeja que bien merecido te lo tienes.

--Gracias Bella, ¿nos vemos mañana ok? Te quiero.

--Yo también, mucho Rose.

¡Oh Dios!, la conocía demasiado como para saber la magnitud de su pequeña celebración. En realidad no estaba de humor como para ir a bailar a un club pero Jake estaba en la ciudad y teníamos que celebrar con ella.

¡Oh!, En lo que no había pensado era en el hermano de su novio. Otra noche de tortura, pero pensándolo bien, no creía que fuera a ir. Estaría tan ocupado en su proyecto que no consideraría perder el tiempo en una tonta fiesta. ¡Ojala!

Al día siguiente me levante de mejor humor y con hambre, lo que era una sorpresa ya que los últimos días comía porque tenía que hacerlo y no porque tuviera ganas. Era bueno saber que ya estaba repuesta casi al cien por ciento.

Jimmy tuvo la brillante idea de ir al, spa así que nos instalamos ahí antes del medio día. Tome un masaje y un tratamiento para la piel, disfrutaba mucho de todos esos cuidados.

--¿Estas lista para hoy? – su voz me tomo por sorpresa.

--Si lo preguntas por Edward, si lo estoy.

--Bien, eso era lo que quería escuchar, ya me estabas dando miedo.

--¿De que hablas? ¿Porque dices eso?

--¿Cuantas veces te has puesto así por alguien? – iba a hablar pero me quede en blanco - ¿ya ves?

--Tranquilo, tus ojitos nunca volverán a verme así, ¡Palabra de boy scout!

--¿Te gustaba algún boy scout?

--¡Ay no! – hice cara de asco.

--¡Ay pues a mi si! – suspiro y puso los ojos en blanco.

--Tonto.

No tarde mucho en decidir que ponerme. Íbamos a un club a bailar, era un lugar donde bien podría usar algo como un vestidito informal, cómodo y sin dejar de ser elegante. Me maquille dándole a mis ojos un toque ahumado y mis labios con mi tono favorito ‘alabastro’ y deje suelto mi cabello.

Tome mi perfume y sonreí. Oprimí tres veces el atomizador hacia arriba y di un paso hacia el rocío que salio de la botella. El timbre de la puerta me aviso que Jake ya estaba ahí.


--Bella, ¡Estas preciosa! – me abrazo sin pensarlo.

--Jake, gracias. Tu tan guapo como siempre.

Cenamos en un lugar nuevo de comida tailandesa. Algunas cosas un poco picantes pero muy ricas.

--Con esta cena picante tendremos energía toda la noche.

--Ni lo dudes. ¿Te ha ido bien no Jake?

--Creo que a los tres nos ha ido muy bien ¿no crees? Rose firmo con YSL, tu con Chanel y yo saque mi disco y me va mejor que bien. Quien nos hubiera visto hace años metidos en mil clases. Esta es la recompensa Bella, picamos piedra para esto – una sonrisa ilumino su cara.

Platicamos de sus planes, de los míos, del ajetreado año que teníamos por delante y de lo mucho que necesitábamos unas vacaciones. Pedimos un postre y me comí un pastel de chocolate delicioso.

Al salir del lugar unos flashes se dispararon cegándonos un instante. Jamás me podría acostumbrar a ellos, aunque nunca me perseguían ya que no tenia nada de extraordinaria mi vida, nada de chismes, romances u otros temas que pudieran darles la nota para vender en sus revistas, yo era aburrida para ellos, afortunadamente. Pero Jake no, estaba en su mejor momento y era perseguido constantemente. Todo lo que el hiciera era material de lujo para ellos, le inventaban romances, rupturas, etc. Y ahora nos veían salir del restaurante y yo iba agarrada de su brazo. Podría predecir los chismes en las revistas en pocos días, ese era el único tipo de revistas en el que no quería salir.

Jake me rodeo con un brazo y yo baje la cabeza instintivamente. Gritaban preguntas y como siempre las ordenes.

--¡Voltea!, ¡míranos!, ¡regálanos una fotos!

Nos subimos a su SUV negra que nos esperaba y nos dirigimos al club a festejar con Rose.

--Lo siento Bella – Jake se disculpo sin motivo.

--No es tu culpa, ya lo sabes, además no somos nuevos en esto – le sonreí con una mueca.

El club estaba a reventar y al ver tanta gente di un suspiro chiquito de sorpresa. Había un área grande reservada solo para Rose quien al vernos llegar corrió a abrazarnos. Ese abrazo significaba mucho para nosotros, como bien había dicho Jake fueron muchos días esforzándonos, aprendiendo y anhelando lo que ahora ya habíamos logrado.

Rose había empezado a llorar y se soltó de pronto.

--No quiero llorar, estoy contenta, quiero brindar por nosotros – alguien nos dio una copa con champagne y levanto la mano.

--¡Bien hecho chicos! ¡Va por ti! – me señalo – ¡por ti! – luego a Jake – ¡y por mi!

Levantamos la copa y le dimos un buen trago a la fría, chispeante y deliciosa copa de champagne. Emmett se acerco y me abrazo mirándome aun con precaución, hacia un esfuerzo por no levantarme. Rose le presento a Jake y también a Alice que se veía sensacional, definitivamente tenia un gusto perfecto para la moda y si se iba a dedicar a diseñar tendría mucho éxito.

--Bella, te he extrañado, ¿Donde te has metido eh? – abrace a Alice.

--Yo también te he extrañado Allice, ¿Como van las cosas con Jasper?

--De maravilla creo, al menos para mi es un sueño, no se si para el sea lo mismo – note cierta inseguridad – aun no me dice nada…

--Tranquila Alice, aun quiere seguir viéndote, créeme que también siente lo mismo, conozco a Jasper desde hace muchos años, confía en mi – le pase un brazo por sus pequeños hombros y me sonrío.

--¡Hola chica!, al fin te dejas ver – Jasper llego y me dio un beso en la mejilla.

--Hablando de mi rubio favorito – le di un codazo con cariño.

--¿Y Hablabas bien o mal?

--Bien, así que no me hagas quedar mal ¿De acuerdo? – nos reímos y luego fui a saludar a otras amigas que se morían por conocer a Jake, así que lo tome de la mano y de pronto estaba rodeado de no menos de 6 chicas que querían saber todo de el.

Después de un rato estábamos todos bailando y cantando muy alegres, Rose estaba feliz y no nos dejaba sentar ni un segundo, la estábamos pasando muy bien. Me pude sentar un momento y suspire tranquila porque Edward no había ido, así que despreocupada después de mi segundo aire me puse de nuevo de pie para seguir bailando con Jake que había venido a levantarme de mi asiento.

--¡Nada de sentarse!, hace mil años que no nos divertíamos así Bella, ¡Ven aquí! – me tendió la mano y la tome, una canción muy conocida llego a mis oídos seguida por muchos gritos y sentí las manos de Jake en mi cintura. Era su canción y como siempre el video estaba en las pantallas. En ese momento lo abrace para que no nos insistieran en bailar igual que en el video y el comprendió porque me mantuvo abrazada aunque nos seguíamos moviendo mientras yo enterraba mi cara en su cuello. Una cosa era bailar así para un trabajo y otra muy diferente hacerlo frente a la gente en un club.

En cuanto la canción acabo me sentí muy aliviada pero el alivio duro solo un momento porque Emmett no tardo en atacar.

--Bella pero si te mueves muy bien ¿eh?

--¡Cállate Emmett! – le grite.

--Te mueves como esas muñequitas hawaianas que se ponen en los tableros de los autos – se carcajeaba muy a gusto.

--¡Emmett! – le advertí y Rose le dio un golpe en el hombro.

Mire hacia donde estaban los baños y el camino parecía estar bastante libre y fluido por lo que fui sola. Moje con agua unas servilletas y las pase por mi cuello y frente, necesitaba refrescarme un poco. Salí del baño y caminaba por el pasillo oscuro cuando una mano me tomo por el brazo y me asuste al girarme y ver quien era


--¿No me merezco ni un saludo, Isabella? – sentí como la sangre abandonaba mi rostro.

--Edward, hola – dije lo mas natural que pude y sin darme cuenta estaba en un rincón atrapada entre la pared y el.

--Creí que estarías en tu casa, recuperándote aun – se veía tan alto y atractivo con esa camisa gris oscuro, su cabello perfectamente rebelde y esos ojos verdes que me recorrieron toda.

--Ya estoy completamente recuperada, tu padre me dio de alta hace unos días.

--Si ya veo que estas muy recuperada – me pareció ver asomar una sonrisa en su rostro.

--Si, ahora si me permites debo regresar.

--Creí que no bailabas Bella – dijo con sarcasmo.

--No bailo contigo Edward, que es muy diferente – trate de imitar su tono.

--Ah perdón, ¿Entonces solo bailas con el mismo chico no? – miro hacia donde estaba Jake y no intente disimular una sonrisa. Seguro nos había observado durante un buen rato y me daba gusto. Que se diera cuenta que no me iba a quedar llorando por su desplante.

--El no tiene problemas con los compromisos – le dije con burla mientras levantaba una ceja.

--Isabella … - lo interrumpí y lo empuje con la mano para salir de su bloqueo, sentí su pecho duro pero el no se movió así que tuve que dar un paso hacia un costado y casi embarrarme en el para seguir mi camino.

--Adiós Edward.

Respire y camine muy segura y al llegar a la mesa Jake me dio otra copa y trate de dar un trago pequeño para que no se notara mi nerviosismo. Estaba tan incomoda que no quería permanecer mas tiempo ahí pero tampoco podía irme en ese momento, no tenia la intención de darle el gusto de verme huir.

Jake me hablaba al oído y yo sonreía pero no tenia ni idea de lo que me decía. Un rato después le dije que era hora de irnos y nos empezamos a despedir de todos y para mi mala suerte detrás de nosotros estaban parados Emmett, Jasper y Edward platicando casi a gritos y tuvimos que acercarnos.

--Chicos nos vamos – dije con una sonrisita mientras Jake mantenía mi mano entre la suya.

--Fue bueno verte de nuevo Jasper, Emmett – asintió hacia el, miro a Edward le extendió la mano y yo senti como mi rostro cambiaba de color.

--Soy Jake – dijo mientras yo daba un paso para acercarme a el y vi que Edward también le estrecho la mano.

--Edward Cullen – su tono era frío y esa frialdad le subió a los ojos mientras me miraba.

--Síganse divirtiendo y Emmett ni una copa mas para Rose ¿De acuerdo? – me reí y jale a Jake, no debíamos permanecer ni un segundo mas ahí.

Nos dimos media vuelta y caminamos hacia la salida. La mano de Jake soltó la mía y pasó a mi cintura, hubiera parecido por nuestro comportamiento que éramos algo más que amigos y ¡Dios!, que gusto me daba que fuera así.

Al salir del club y subir a la SUV de Jake recibimos otra lluvia de flashes, los paparazzis no lo dejaban en paz. Vivir de vez en cuando bajo sus lentes era medio soportable pero diario y a todas horas era algo que no podía imaginar.

--Bella – mire a Jake y lo conocía tan bien que sabia que estaba a punto de decir algo importante – ya sabes que no me gusta meterme en tus asuntos ni en los de Rose, solo déjame decirte que las cosas de corazón son traicioneras y si no sabes manejarlas bien, pueden jugar en tu contra.

--Jake no se porque lo dices – todo el nerviosismo contenido la ultima hora me delato.

--No te pido que me cuentes nada pero sabes que las conozco muy bien a ambas, son como mis hermanas Bella que no se te olvide y por eso se bien que algo sucede y quiero que tengas cuidado ¿ok? – iba a decir algo pero puso un dedo en mis labios.

--No digas nada, solo no tires a la basura lo que te digo y ya sabes que siempre estaré aquí para ti y para Rose – me abrazo y me dio un beso en la coronilla.

Esa noche me dormí pensando en las palabras de Jake. ¿Tan obvia era? Así como el lo había notado, así tan fácil pudieron haberlo notado otros mas, incluyendo a Edward. ¡Oh por favor! ¡Dios! no permitas que haya sucedido eso. El debía pensar que ya había superado “mi lapsus brutos” y que ahora me reía de eso.


La mañana del domingo trascurrió tranquila. Desayune un gran vaso de jugo, me puse unos jeans y una camiseta, tome mis lentes oscuros y fui a caminar unas cuadras y a comprar el periódico. Me gustaba la zona donde vivía y mas los domingos que estaban tan tranquilas las calles y se podía salir a caminar como lo hacia ese día.

Disfrutaba tanto esa mañana que aproveche y me senté en el café al aire libre que estaba a un par de calles de casa. Pedí un café y abrí mi periódico. Me pase un buen rato solo viendo a la gente pasar, me entretenía mucho observar a la gente. Al medio día ya estaba en casa preguntándome que podría comer, así que abrí el refrigerador, saque unas verduras y cocine un poco de arroz. Me gustaba cocinar, aunque casi nunca tenía el tiempo para hacerlo.

Apenas termine de comer, me tire en el sillón de la sala y puse un poco de música. El teléfono sonó y me alegre que al fin Jimmy se acordara de mí.

--Gracias “amigo” – hice énfasis en “amigo” – ayer ni te extrañe.

--Mmm gracias por lo de “amigo” y ya lo creo que no debiste extrañarme – maldita sea era Edward – si mal no recuerdo estabas con Jake.

No pude hablar ante la sorpresa, me dejo sin palabras.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

me encanta este fic... huy huy eso de acorralarte el Edward es tan grrrr... un beso y gracias por promocionar la traduccion :)

Nani-PattinsonWorld dijo...

arrrffff dios mio este hombre me puede ! A ver por donde sale ahora, necesito que reaccione. Gracias por todo Li, sigue por favor, me tienes enganchada. Un besazoooo

dracullen dijo...

jajajaja creo ke edward comienza a sentir celossss!! te sigo leyendo , esto está genial :D