miércoles, 5 de enero de 2011

CAPITULO 46

CAPITULO 46


EDWARD’S POV

Era la mañana del desfile tan esperado por Bella. Había salido desde muy temprano al SPA para darse unos tratamientos para la piel. Alice la llamó para ponerse de acuerdo en algunas cosas. Esa noche moriría de un infarto; mi novia, mi hermana y hasta mi cuñada semidesnudas mientras todo el país las observaba minuciosamente… tenía que tomar algo para mis nervios ¡Urgente!


Aproveché la mañana y me fui a la presa; sin Nadia, mi trabajo se duplicaba, era mi brazo derecho y hasta me adivinaba el pensamiento. No sabía cómo estaba sobreviviendo sin ella, solo esperaba que sus vacaciones no fueran eternas; ya estaba extrañándola mucho y apenas tenía un par de días de haberse ido, y de una forma tan rara, si no la conociera como creía hubiera podido jurar que había salido huyendo.

--¡Erick! – grité llamándolo. El pobre chico era mi víctima ya que Di no estaba. Bajamos a revisar la casa de máquinas y ahí estuvimos casi toda la mañana hasta que un poco después del medio día, me fui a casa a darme un baño y arreglarme para ir al desfile.

Bella me había vuelto a preguntar si ya me había decidido acerca de los photoshoots para las revistas y si decía que si, debíamos elegir sólo una para hacer el artículo y la portada. Me hacía el tonto yo solo porque sentía que de alguna manera tenía que corresponder a su confianza, independientemente de pedirle que fuera mi esposa. Sabía que al final aceptaría, se lo debía pero se lo diría después y que ella decidiera con qué revista quería trabajar.

A pesar de sus nervios, Bella se veía muy alegre y más hermosa que nunca. También había notado que tenía más contacto que el de costumbre con mi madre, hablaban por teléfono todo el tiempo; me gustaba, pero me intrigaba porque cuando me acercaba a ella, se ponía alerta y solo se relajaba conforme me alejaba. ¿Qué se traería entre manos mi dulce Bella? Aunque si estaba aliándose con mi madre, no tenía de qué preocuparme.

--Emmett – contesté mi teléfono cuando sonó - ¿Qué dice el implacable abogado de Lutz & Reed eh? – me gustaba molestarlo cuando sabía que estaba nervioso e irritable. Siempre se ponía así cuando Rose tenía algún desfile donde saldría algo expuesta; y yo que creí que ya lo habíamos superado…

--Ja Ja Ja – respondió con una risa falsa y sarcástica – como si Bella fuera a salir con un hábito encima.

--Vamos, no puede ser peor que “Sports Illustrated”, créeme – dije convencido.

--Ni que lo digas hermano – me dio la razón. Emmett me llamaba para saber si iríamos a la fiesta después del desfile. Bella disfrutaba de las fiestas y los clubs, un gusto que extrañamente había aparecido tras el accidente, así que le dije a Emmett que contaran con nosotros. Corté con mi hermano y entró la llamada de Jimmy para avisarme de lo mismo. También mi madre me llamó; ella quería que estuviéramos muy puntuales ya que sería el primer desfile importante de Alice. Ella estaba, seguro más nerviosa que mi propia hermana.


Tan puntuales como era posible, estuvimos tanto un nervioso Emmett, como un frío y pálido Jasper, mis padres y yo, llegando al Lexington Avenue Armory para caminar por la alfombra rosa. Nada en el mundo podría hacerme sentir más intimidado, incómodo y expuesto que pasar por ahí. Apenas pise la bendita alfombra, me acosaron las rémoras pero apuré mi paso casi sin detenerme hasta entrar al lugar.

--Nunca voy a acostumbrarme a esto – dije entre dientes, molesto – ¡nunca!

--Lo harás hijo, si quieres a Bella lo harás, ¿no es así Emmett, Jasper? – mi madre los miró y ellos sonrieron con mucho esfuerzo.

Nos sentamos en nuestros lugares y ya con calma, pude echar un ojo a mi alrededor. La pasarela era recta, diferente a la del año pasado que había sido una “V”. Lo recordaba perfectamente, ¿Cómo olvidarlo si aquella vez fue cuando vi a Bella y casi me muero de asfixia por la impresión?


El lugar estaba lleno de caras conocidas, todas del medio artístico, sus derivados y similares; cantantes, actores y actrices, empresarios, socialités, diseñadores… Todo, todo el mundo estaba ahí. Emmett saludaba a muchas personas y pareciera que les conocía desde antes. Mirándolo, sonreí amargamente; nunca podría escapar de ese medio, mi padre era un reconocido cardiólogo que había atendido a muchas personas del mundo del espectáculo, políticos, empresarios y a todo tipo de personalidades, mi madre les había decorado muchas de sus casas y lugares de trabajo, Emmett, los había sacado de sus ‘atolladeros’ legales, Jasper pronto les manejaría sus inversiones y para colmo, mi hermana, mi cuñada y mi futura esposa, eran cotizadas modelos. Era imposible que un simple Ingeniero que siempre había mantenido un extremadamente bajo perfil, pudiera pasar desapercibido en ese mundo tan… tan ajeno a mí. Era imposible, nunca podría escapar de él, a menos que huyera a Forks y me enterrara ahí…


BELLA’S POV

El gran momento había llegado. Bajo el chorro de agua, hacía mis respiraciones para estar lo más calmada posible durante todo el día. Me puse ropa de yoga, tomé la maleta que desde un día antes había preparado con Choo, le dí un beso a Edward y salí rumbo al SPA donde ya me esperaban.

Edward... En pocos días había vivido una revolución con él y no sabía si estaba sobreviviendo a ella. Lo amaba con toda el alma, por eso, cuando unos días antes salí de casa y en un puesto de revistas lo vi en una portada, me bajé sin importarme el tráfico y pagué por ella. El dolor y la rabia carcomían mí interior mientras iba leyendo que mi novio, “de nuevo” estaba con una rubia, pero que no le tomara importancia, que me diera un golpe en la cabeza y pronto lo habría olvidado todo. ¿Cómo podían ser tan crueles? Pensaba mientras veía las fotos de Edward riendo encantado con Nadia.

Me obligué a pensar que no pasaba nada, que debía confiar en él y que esas fotos con ella eran unas de tantas que le pudieron haber tomado hasta con su madre y les habían dado otro contexto con el simple propósito de vender sin importarles el daño que pudieran causar, siempre hacían eso, yo debía saberlo mejor que nadie y no podía dejarme llevar. Ya una vez lo había hecho y aún seguía lamentando las graves consecuencias.

Yo tenía que confiar en él, pero aunque todo encajara con mí lógica, no dejaba de doler y de apretar el enredado nudo en mi estómago. Trataba, por Dios que trataba pero a veces, la inseguridad, hacía de mí lo que le daba la gana y yo intentaba por todos los medios de disimularlo, pero era tan difícil…

Decidí, seguir ciegamente mis conclusiones aunque se derrumbara todo en mí interior; debía confiar. El me había demostrado muchas veces que podía hacerlo. Tenía que hacerlo, así que continué con mí día y por la noche, me fui a un nuevo club para despejarme un poco. Platicaba con Steve, un amigo mío y de Jimmy, cuando escuché la voz de Edward hablarme al oído…


--Bella, vamos a casa amor – su voz denotaba tanta preocupación que me angustió y me molestó tener que estar atravesando una situación de la cual, ninguno de los dos tenía ni un gramo de culpa… pero no podía evitarlo. Me despedí de Steve y de las chicas que estaban ahí y salí de ahí rumbo a casa, con Edward. En el camino, se portó como si no ocurriera nada y por algún motivo, en lugar de tranquilizarme, me alteró más, tanto que al llegar, fui directamente a la cocina, donde había dejado la revista, segura de que ahí la vería cuando calentara su cena, la tomé y se la aventé a la cara en un estúpido e infantil arranque de celos.

--Sabes bien que los medios manejan todo a su antojo – dijo tratando de controlar su temperamento – eso es mentira Bella ¡Lo sabes! No puedo creer que a estas alturas me siga pasando esto… - se lamentó.

No podía quedarme ahí parada escuchándolo. Caminé a nuestra habitación, dejando al paso mi ropa mientras me iba desvistiendo. Me acosté sin decir nada porque no estaba segura de poder quedarme callada una vez que dijera la primera palabra, las emociones me sobrepasaban, pero si Edward estaba haciendo un esfuerzo, yo también debía hacerlo, por nosotros.

--No Isabella, no te vas a dormir sin decirme nada – dijo algo exasperado, frustrado, entonces me giré y le dije con voz suave:

--Déjalo así Edward, deja que se me pase el enojo, confío en ti, solo deja que el enojo se vaya, por favor – me miró incrédulo no creyendo en mi actitud, sus ojos me lo decían – discúlpame por tirarte la revista a la cara – pude decir apenas y sin pensarlo se acomodó detrás de mí, abrazándome.

--Olvida eso, gracias por creerme amor – sentí sus labios en mi piel.

--Por favor Edward – le pedí y se detuvo.

Esa noche tardé un poco en dormirme pensando en todo lo que hubiera perdido si no tomaba el control de las volátiles emociones que regían mi vida. Mi mente no concebía la sola idea de estar en el mundo sin Edward a mi lado, no podría vivir sabiendo que por una estupidez, habríamos tirado una vida juntos por el caño.

Pero desperté feliz y optimista. Feliz conmigo misma por haber podido manejar una situación que estuvo a punto de cruzar el límite, y optimista, porque esa mañana, supe que podría con cualquier cosa que se interpusiera en nuestro camino, porque nos queríamos y eso era todo lo que necesitábamos, creer el uno en el otro.

Quise demostrarle a Edward cuanto lo amaba y le hice el amor, enamorándolo y enloqueciéndolo, recibiendo la misma intensidad de amor en respuesta. Definitivamente me gustaban las reconciliaciones.

***

--Bella, puedes voltearte – dijo suavemente la masajista interrumpiendo mis pensamientos. Con lentitud me giré sobre la cama para que continuara con mi espalda. Media hora después, salía de esa habitación envuelta en una deliciosa y tibia bata dirigiéndome a mi facial.

--¿Te sentó bien el masajito?

--No sabes cuanto, ya sabes que estos días han estado algo locos – me senté junto a Jimmy que me esperaba pacientemente.

--¿Todo bien con Edward?

--Si – sonreí – después de ese estúpido arranque que tuve todo ha ido perfecto.

--¡Giac! Ahí viene esa tipa – giré mi cabeza y Tanya venía hacia nosotros.

--Hola Bella ¿Has visto a Alice? – preguntó muy animada.


--¿No es tu trabajo no perder de vista a tu jefa? – le insinuó Choo – puede necesitar algo en cualquier momento y si no estás ahí para atenderla… pues no estás haciendo tu trabajo ¿no? – Tanya lo miró molesta y le dio la espalda.

--Creo que aún está en su masaje - le respondí indiferente. No me caía bien.



--Gracias, Bella – miró de reojo a Jimmy – que bueno que no se te olvidó ser amable con las personas.

¿Qué le sucedía a esa mujer? ¿No podía tener un poco de tacto para decir las cosas?

Tres horas después ya nos encontrábamos en el lugar del desfile. Nos dieron un camerino pequeño ya que éramos muchas chicas, pero al menos tenía uno para mí solita. Jimmy acomodó algunas cosas que traíamos en la maletita mágica, como le decía, y luego me acompañó para empezar con el maquillaje y peinado. Entré al enorme lugar que habían acondicionado para que los maquillistas y estilistas se instalaran; estaba a reventar de gente y al parecer todos tenían una labor específica que realizar.

También había muchas cámaras filmando todo. ¡Todo! Jimmy me dijo que siempre se grababa todo lo que se pudiera, porque después, se hacía un programa especial del desfile y la gente adoraba ver lo que sucedía detrás de esa gran producción, además que también se hacía un DVD que se vendía como pan caliente.

Caminaba hacia mi lugar de la mano de Jimmy y veía como entrevistaban a las chicas mientras las maquillaban y peinaban, él me apretó la mano infundiéndome confianza, sabía que no se alejaría de mí en ningún momento; me daba un poco de temor ser entrevistada.

--¡Bella! – escuché a Rose llamarme, me giré y le puse cara de susto al verla llena de rulos - ¡Bah! Como me ves te verás, solo espérate unos minutos – se rió – ya en serio, ¿Cómo estás?

--Un poco abrumada, esto es muy diferente a Chanel – miré a mi alrededor – aquí hay demasiada personas.

--Bueno ya sabes, al Kaiser le gusta el orden – se encogió de hombros – pero aquí estarás bien, es mil veces más divertido – empezó a dar brinquitos - ¿Haz visto a Alice?

--La vi en el SPA, por cierto, esa Tanya…

--Lo sé, es insoportable, Jane la odia – me interrumpió – dice que es una entrometida.

--Y yo también lo pienso – dijo Jimmy – además de una estupidez innata, algo tiene que no me convence…

Nos tomaron varias fotos junto con otras chicas; todas usábamos las batas rosas de Victoria’s Secret y en efecto, como dijo Rose, en menos de 30 minutos, ya tenía la cabeza llena de rulos mientras esperaba pacientemente que me maquillaran el rostro. Era un look glamoroso y natural, y aunque parecía que esas dos palabras eran algo contradictorias, al finalizar mi arreglo, deseché esa idea de mi cabeza. Mi pelo estaba suelto, tan lindo con sus ondas naturales sólo un poco más acentuadas y mi rostro remarcando mis facciones, mis ojos enormes, mis pestañas alargadas con unas postizas, mis pómulos se veían más altos y mis labios estaban más sensuales, brillosos y rellenitos.

--Vamos Bella, apúrate para empezar a vestirte – dijo Jimmy tomándome de la mano y guiándome hacia mi pequeño camerino - ¿Necesitas algo más? – preguntó al cerrar la puerta tras entrar.

--Sólo que desaparezca toda esta gente – rodé los ojos con fastidio – es demasiado…

--¡Óyeme! – me gritó – hace días que te noto con cierta actitud de diva – me apuntaba con el dedo – y eso si que no te lo voy a permitir. Por si no lo sabes, “Bella Swan” no se caracterizaba por su conducta prepotente, ni miraba a los demás por sobre el hombro…

--¡Yo no lo hago! – arremetí.

--Pues no falta mucho para que empieces a hacerlo y yo no quiero estar aquí para verlo – me amenazó – así que dímelo en este momento Isabella, dime si esta será la última noche que trabajemos juntos porque bien sabes que yo no hago esto por dinero, te quiero pero no por eso tengo que soportar tus desplantes – dijo furioso dejándome sin habla. Por unos instantes me quedé inmóvil mientras sus palabras me caían como pesadas verdades que sólo él, me pudo hacer ver.

Jimmy estaba en lo cierto. Tanta adulación me estaba mareando; tanto lujo, oropel y halagos que no sabía si estaban llenos de segundas intenciones pero cómo me inflaban el ego, que para esas alturas ya estaba por los cielos.

--Lo siento, Jimmy – le dije en un susurro aventándome sobre él – lo siento mucho – lo abracé deseando de verdad que creyera en mi arrepentimiento; tal vez yo no recordara cómo me comportaba antes, pero el hecho era que él estaba ahí para jalarme las orejas y mantenerme con ambos pies bien anclados a la tierra.

--Nunca había tenido que hablarte así Isabella, pero no dudaré en volverlo a hacer si es necesario – por fin me rodeó con sus brazos.

--Te juro que nunca tendrás que hacerlo de nuevo, lo prometo – dije ahogando un sollozo – gracias Jimmy…

--Bueno, ya dejemos de lloriquear – se limpió las mejillas húmedas – voy a llamar a alguien para que te arregle ese maquillaje y te asegure esas pestañas, no tardo – salió del pequeño cuarto y me senté frente al espejo ¿Pero en qué carajos estaba pensando al comportarme así? Ni siquiera me daba alguna satisfacción mostrarme tan déspota y altanera… – Gracias Jimmy – susurré de nuevo.

--Bella – entró unos minutos después como si nada hubiera pasado – ya me asomé y ya van entrando todos los invitados, ¡afuera se ve todo lindísimo! Esas lamparitas rosas tan monas de verdad le dan un toque súper chic al lugar… – antes de que pudiera terminar de describirme cómo se veía todo, mi teléfono comenzó a repiquetear - ¡Ese es Edward! – gritó y casi mata de un susto a la chica que estaba concentrada en mis pestañas; sacó el accesorio de mi bolso y me lo dio.

--Hola cielo – dije antes que él.

--Ya estoy aquí afuera – cómo me tranquilizaba su voz – tuve que librar un mar de fotógrafos y reporteros pero sobreviví, estoy impaciente por verte…

--Ya falta muy poco, ten paciencia – le pedí coqueta.


--¿Bella? – respiró hondo - ¿Qué traes puesto cariño? – me preguntó sensual y no pude evitar sonrojarme y reírme nerviosa.

--¡Edward! – lo reprendí y Jimmy soltó una carcajada.

--Estoy seguro que lo harás increíble – hizo una pausa – Bella… te amo.

--Y yo a ti…

Terminamos la llamada y me sentí más segura. El que Edward siempre estuviera ahí apoyándome, significaba todo para mí porque me demostraba que creía en mí y en lo que hacía, me demostraba que me amaba.

--Bella, Bella – Choo me despertó de mi ensueño – debemos apurarnos, toma, ponte estas y sal para que te ayudemos a ponerte el corsé – me dio unas bragas negras con tachas plateadas en forma de “V” y me las puse detrás del biombo por sobre el cual, Jimmy me pasó el corsé con el que salí para que pudieran ajustármelo. Era de un fino encaje rosa y en la orilla, parecía estar quemado, justo como las orillas de un viejo pergamino y en la parte trasera, una cauda como la de los vestidos franceses del siglo XVIII. Era un contraste muy original el que se había creado con esa pieza antigua, las bragas, los zapatos modernos y atada al cuello, una rosa plateada.

Me incliné hacia delante para levantar mis senos una vez que estuvo bien atado el corsé. Les dieron unos toques de polvos a las “niñas” y estuve lista. Siempre de la mano de Jimmy, subí las escaleras para ponerme en la fila y esperar mi turno para salir a la larga pasarela; yo era la tercera en salir y mientras empezaba el desfile, las emociones de todos tras bambalinas, se multiplicaban al mil por mil.

--Rose, te ves preciosa – admiré a mi amiga que en verdad se veía guapísima en un triquini negro con rosas fucsias sobrepuestas y con una cauda larguísima.

--Y tú, Bella estás… alguien va a saltar sobre ti con una sábana – me aseguró y empezamos a reír cuando una cámara se nos acercó y nos movimos sexys frente a ella cuando Adriana, que abría el desfile, pasó junto a nosotras para ubicarse dentro del carrusel del cual saldría directamente hacia la pasarela.

La música comenzó a escucharse, se apagaron las luces quedando solo las lamparitas rosas encendidas tenuemente y se corrieron las gigantescas cortinas rojas dejando ver el carrusel donde 3 bailarinas giraban en él, junto con Adriana que esperaba le indicaran el momento para salir.

--¿Jimmy? – pregunté y él sabía muy bien a qué me refería.

--Abajo a tu izquierda Bella, casi a la mitad de la pasarela – me informó, asentí y respiré tan hondo como pude. No estaba nerviosa, sólo estaba ansiosa, ya quería estar ahí afuera.


--Bella, 5, 4… Go! – escuché mi indicación feliz de ya poder estar ahí. Una emoción que me impulsó a sonreír, lleno el poco espacio que quedaba en mi pecho gracias al apretado corsé y dí mis primeros pasos con mucha seguridad gozando cada uno de ellos. Me sentía sexy, hermosa, poderosa y muy intrépida, queriendo manifestarlo en cada paso que daban mis piernas. Los aplausos se escuchaban muy fuertes aumentando mi confianza, haciéndome mover más provocadoramente mis caderas y cada parte de mi cuerpo.

Llegué a la punta de la pasarela y después de jugar unos 3 segundos con la cauda, me giré para emprender mi regreso ya segura de que las cámaras no estaban sobre mi rostro para poder buscarlo. Tal y como Choo me había dicho, a la mitad de la pasarela estaba Edward que tenía los ojos clavados en mí y los labios entreabiertos. Al pasar junto a él le sonreí y a nuestra familia les hice un ligero “adiós” con la mano aprovechando que en ese desfile, se valían cualquier tipo de señas sexys. Al salir del escenario, iba muy feliz celebrando con las manos hacia arriba. No podía disimular mi alegría y tampoco quería hacerlo. Estaba disfrutando tanto todo…

--¡Jimmy! – lo abracé apenas estuve fuera de escena.

--Ay Bella, volviste revolucionada, ojala no mates a nadie de un infarto – se persignó – sobretodo a Edward, ¡Lo dejaste en shock!

EDWARD’S POV

Guardé mi teléfono en mi bolsillo. Estaba muy nervioso. No sabía si porque ese desfile significaba mucho para Bella o porque en pocos minutos la vería caminar con la lencería más impactante frente a mis ojos. Emmett no estaba mejor que yo y Jasper ni qué decir, los tres estábamos de pie con los brazos cruzados, sin hablar. Mi padre era otra cosa; él estaba muy alegre saludando y sonriendo junto con mi madre. ¿Cómo podía estar tan tranquilo cuando su hija…? ¡Bah!

Las luces comenzaron a apagarse y nos sentamos. Stay too Long de Plan B empezó a sonar, me gustaba mucho esa canción; inhalé muy hondo y me acomodé en mi asiento. Un carrusel apareció en el escenario y tragué en seco, muy ansioso. No sabía en qué momento aparecería Bella; solo sabía que me pondría el doble de nervioso cuando escuchara Bad Romance de Lady Gaga ya que el último par de semanas se la había pasado cantando y bailando muy sexy esa canción todo el tiempo. El carrusel giró y apareció Adriana quién caminó con actitud arrebatadora; estaba bastante cubierta para ser quien abría el desfile. La siguió una chica rubia, altísima, con botas blancas y un bikini muy decente, demasiado diría yo y cuando ya casi llegaba a la punta, escuché una gran ovación.


Giré la cabeza y mi corazón se detuvo al sentir que lo oprimían fuertemente. Isabella salió a la pasarela caminando con una seguridad y confianza que me dejó atónito. Feliz, avasalladora, disfrutando el estar ahí. Movía con destreza la tela entre sus manos al ritmo del cadencioso vaivén que tenía su cuerpo a cada paso que daba. Isabella se veía increíble con ese corsé que mantenía cautivas a mis preciosas niñas que parecían gritar por querer salir de su prisión. Con cautela y para no sufrir un paro cardiaco, bajé la mirada para comprobar que en efecto, los zapatos que llevaba, cubrían mucho más de su piel que el imperceptible triángulo de tela que llevaba por bragas. Al llegar a la punta de la pasarela y antes de darse vuelta, sonrió agresiva a las cámaras y a los lentes de los fotógrafos… creí morir. De regreso, me buscó con la mirada y me sonrió al pasar junto a mí, saludándonos con la mano. Me tenía hipnotizado.

--Cierra la boca Edward – me dijo Emmett al oído al mismo tiempo que sentía su codo en mis costillas.

Intenté salir de mi trance pero me tomó más tiempo del normal volver a pensar coherentemente. Eso había sido demasiado. Hacía esfuerzos por normalizar mi respiración y gracias al cielo, parecía que estaba recuperándome del impacto de ver esa imagen tan diferente de mi mujer. Sentí una mano en mi muslo y di un pequeño brinco.


--Es preciosa – dijo mi madre y solo asentí torpemente. Después de varias chicas, Rose recorría el mismo trayecto pero iba bastante más cubierta que Bella. Miré a Emmett que no podía contener su alegría y aplaudía como loco; también estaba feliz y completamente perdido por Rosalie quien guiñó un ojo muy sexy al llegar a frente y cuando pasó a nuestro lado, le lanzó a mi hermano un beso y este casi aullaba de emoción.

Cuando Katy Perry terminó de cantar, el escenario se transformó en un granero. Yo ya no sabía si estaba contento, nervioso o como, lo único que quería era ver a la mujer que apareció de nuevo caminando sobre la pasarela… era algo irreal lo que venía hacia mí.


Usaba lencería de color rosa muy pálido, casi blanca bajo tanta luz, muy recatada con un cuello alto simulado y mangas largas de encaje pero nada más; Bella se veía tan hermosa y sensual que parecía que acababa de hacer el amor entre la paja. El pelo un poco revuelto, ojos brillantes, mejillas encendidas y labios entreabiertos… me tuve que obligar a respirar y a recobrar el aliento. ¿Cómo era posible que lograra tener ese semblante que era solo mío?

De nuevo, al regresar, me miró y dibujó un corazón con los dedos, leí un “Te Amo” de sus labios y continuó su camino. Isabella podía desarmarme con ese tipo de acciones, ella lo sabía. Sonreí al saber que no le importaba hacerme ese tipo de demostraciones en público; quería que todos supieran que me quería y eso me hacía el hombre más feliz sobre la tierra.

--Estoy nerviosa – me dijo mi madre al oído - ¿Cuándo saldrá Alice?

--No sé mamá, ten paciencia y disfruta el show – hablé tranquilo.


--¿Así como tú? – me miró enarcando una ceja y bufé. De pronto Emmett se puso de pie y aplaudió efusivo. Rosalie pasaba frente a nosotros e iba demasiado cubierta, ¡Hasta una chaqueta tenía puesta! Botas altas y unas bragas con mucha tela… ¿De que se trataba eso? Por supuesto mi hermano estaba feliz, su novia no mostraba mucha piel. El grupo de chicas del granero terminó su recorrido; si todo iba bien, Isabella sólo saldría una vez más y mi tortura acabaría cuando Lady Gaga terminara de escucharse, y como si tuviera boca de profeta, precisamente esa canción fue lo que todos empezamos a oír.

Un ligero estremecimiento fue corriendo por mi torrente sanguíneo; sin poder evitarlo, mis manos sudaban al igual que mi frente que brillaba por las pequeñísimas perlitas de sudor que tenía. La primer chica de ese grupo apareció emulando a un muy sexy boxeador y detrás, en el fondo del escenario, un grupo de gimnastas hacían suertes mientras una tras otra iban saliendo las chicas. Todos los deportes caracterizados en sensual lencería, desfilaron ante los ojos de todos los que estábamos ahí pero Bella aún no salía.


Y de repente, las quijadas de todos nosotros, llegaron hasta el suelo, incluida la de mi madre. Alice avanzaba sobre la pasarela en un muy pequeño traje de baño en tela metálica y llevando una pesa en las manos; llegó al final de la pasarela y casi tuvimos que necesitar un cardiólogo para mi padre porque el color abandonó su rostro y el pobre Jasper también se encontraba en las mismas condiciones. Los gimnastas se encontraron rodeándola y la escoltaron hasta que la perdimos de vista… ¿Y mi Bella?

--¡Mi hermana pequeña desnuda frente al mundo!

--¡Cállate Emmett! – le dijimos todos entre dientes mientras él negaba con una expresión de horror en la cara.

Respiré algo más tranquilo, total, ¿Podría suceder algo que me sorprendiera más que ver a mi hermana y a mi novia, en esas circunstancias? Porque Rosalie no contaba, ella sí había salido con un hábito de monja encima en comparación a Alice y Bella. Akon estaba en el escenario y empezó a cantar. Inhalé preparándome para lo que fuera que aún tuviera que vivir; no era nada fácil desde luego y lo que lo hacía peor, era la maldita incertidumbre.


Sin darme cuenta de los minutos transcurridos, Alice ya estaba de nuevo frente a nosotros ¿Cómo pudo cambiarse tan rápido? No pude evitar soltar una carcajadita cuando mi padre se tensó en su asiento y mi pobre cuñado casi pierde los ojos al ver a mi hermanita con lencería hecha como para una muñeca… ¡infinitamente pequeña! Emmett tenía cara de enojado y mi madre veía a Alice con devoción, era su niña chiquita y la verdad, se veía hermosísima. Cuando pasó junto a nosotros, le aplaudí muy fuerte y le silbé apoyándola. Jasper me imitó al instante al igual que mi madre quien obviamente sólo aplaudía, pero Emmett a duras penas se nos unió y mi padre aún no salía de su shock inicial; Alice se merecía todo nuestro apoyo y al menos yo, sí estaba dispuesto a brindárselo.


Mientras nos calmábamos, la escenografía cambió; unos árboles y un ambiente africano eran el tema ahora. Y apareció mi ángel… tan hermosa como solo ella podía serlo tanto, se acercaba hacia el final de la pasarela; en unas botas altas cafés y un triquini que daba la impresión de ser de piel de víbora, se veía majestuosa coronada por unas gigantescas alas en blanco y negro, se veía simplemente imponente. Toda mi capacidad de respuesta se evaporó y tuve que hacer un gran esfuerzo para poder aplaudirle a mi Bella al pasar junto a mí. Se giró un poco y me mandó un beso, dejándome como un adolescente nervioso. Sólo Isabella tenía ese poder, nunca nadie jamás me había provocado tal sensación; podría volverme su esclavo si ella tan sólo me lo insinuara…

BELLA’S POV

--¡Deprisa! – gritaba Jimmy de mi mano para correr a nuestro camerino – levanta los brazos Bella.

Lo obedecí porque así era más fácil que pidieran quitarme todo. Una chica me quitaba los zapatos, otra junto con Choo el apretadísimo corsé y cuando lo sentí ya flojo, detrás del biombo, me quité las braguitas y me puse las del segundo cambio al igual que el bonito brassierre. Me ayudaron con lo demás del atuendo, me coloqué las botas blancas y estuve lista para subir de nuevo por las escaleras y esperar mi señal para volver a salir cuando vimos a una muy confundida y perdida Alice a punto de llorar.

--¿Qué pasa? – se apresuró Choo junto a ella.

--¿Haz visto a Tanya? – dijo con un hilo de voz.

--¡Maldita escarabaja! – Jimmy la tomó de la mano – Bella, ¿puedes…?

--No te preocupes, ayuda a Alice – los apuré – yo tengo tiempo para mi último cambio, ¡Ve!

¿Dónde se habría metido esa tipa? Era el colmo, si no la hubiéramos visto, tal vez Alice, perdida en ese mar de gente y nerviosa como estaba, no hubiera sido capaz de pedir ayuda y todo habría sido un desastre para ella. Definitivamente, algo tendría que hacer con esa mujer, había expuesto su carrera y eso era imperdonable.

Mi turno llegó de nuevo y con el mismo entusiasmo y adrenalina en mi cuerpo, caminé mucho más tierna en la pasarela. Siempre sexy pero con un toque pícaro, así lo habíamos estudiado y ensayado muchas veces Jimmy y yo. Llegué a la punta y me di la vuelta, sonreí al tener los ojos de Edward clavados en mí y al estar cerca de él, le dibujé un corazón al aire y le lancé un beso junto con un “Te Amo”. Estaba literalmente loca por él.

Salí del escenario y rápidamente me dirigí a mi camerino. Los asistentes me ayudaron a desvestirme y a ponerme el último cambio. Un triquini café lindísimo, las botas y lo principal… mis alas. Eran tan grandes y pesadas que solo me las puse unos instantes antes de mi última señal al escenario. Eran enormes, pero había practicado mucho para equilibrar el peso y ya estaba acostumbrada a ellas, estaban hermosas.

Vi a Jimmy del otro lado dándole a Alice indicaciones al oído y ella solo asentía nerviosa. Ya había hecho su primera salida y solo esperaba su turno para su segunda y última aparición. Se veía regia en esa lencería pálida y ese corsé “invisible”, estaba segura que al menos 4 hombres que conocía iban a sufrir una embolia. Levanté a Alice los pulgares animándola y dándole confianza, la necesitaba después del susto que por culpa de esa ¿Cómo la había llamado Choo, renacuaja? Bueno, de esa gusarapa, había sufrido. Me sonrió del otro lado y caminó hacia la punta del largo corredor. La observé por las pantallas que teníamos tras el escenario y lo hacía tan bien que estuve a punto de llorar de la emoción.

--¿No lo hace genial?

--Es magnífica Rose – le respondí – y tú pareces un dulcecito – arrugué la nariz.

--Me veo linda ¿No? – reímos y al ver el movimiento de los chicos de la escenografía, Rose se alejó. Yo era la primera de este grupo “salvaje” como le llamábamos y debía estar atenta a mi salida. Las luces se tornaron naranjas, rojas y amarillas y escuché mi indicación…

--5, 4, 3, Go Bella!


Y despacio, para nivelar el peso de las alas, avancé sonriente y muy satisfecha conmigo misma. Lo había hecho, estaba ahí, de nuevo entre las mejores modelos del mundo y todos esperaban expectantes por verme. Me sentí flotar y pude disfrutar de mi recorrido final, ya sin tensión, ni nervios. Ya solo tenía que gozar cada paso que daba y ¡Sonreír!

En mi camerino, me quitaban las alas y sentí un alivio indescriptible. Retocaron mi maquillaje y solo me bastaba esperar para el gran final. Todas las chicas esperábamos a ambos lados del escenario para salir a agradecer y despedirnos hasta el próximo año. Alice llegó junto a mí del brazo de Choo que estaba echando fuego por los ojos. No le pregunté nada porque no era el momento y menos delante de tantas personas, pero por su estado, estaba segura que ya había encontrado a esa reptil. Solo tomé de la mano a Alice y la oprimí. La canción del final empezó a sonar y nos encaminamos por última vez a la pasarela. Jugamos con los globos a nuestro paso, bailamos y brincamos cuanto y cómo quisimos. Mandamos muchos besos a nuestra familia y nos despedimos. Y en ese momento apareció Tanya ante mis fulminantes ojos arrastrando a Alice para “ayudarla” a cambiarse.

--Demasiado tarde, linda – dijo muy enojado Choo.

--Tú no tienes porqué dec…

--Luego hablo contigo – Alice le lanzó muy firme – ahora déjame antes de que te ahorque.

Y sabía muy bien su error porque como perrito con la cola entre las patas, se fue sin decir ni media palabra más. Nos cambiamos las dos en mi camerino y platicábamos de los detalles del desfile cuando unos golpecitos a la puerta nos interrumpieron. Jimmy se apresuró a abrir y nos quedamos mudas al ver a dos chicos con dos grandes ramos de rosas, uno para Alice y el otro para mí. Nos dimos prisa para salir a ver a nuestros caballerosos galanes y agradecerles el gesto tan lindo. Ansiosa, corrí al vestíbulo donde los invitados tomaban un coctail antes de ir a la fiesta. Sorteé a muchas personas que sólo querían saludar y buscaba a Edward mientras posaba para algunas fotos con otras de las que no tuve tanta suerte de escapar.

Giré repentinamente la cabeza al escuchar su inconfundible risa y no pude reconocer a la persona que platicaba con Edward. Un chico moreno, guapísimo y con un cuerpo de muerte…

--¡Bella! – se acercó a mí – Felicidades amor, estuviste increíble – me abrazó y sus labios también abrazaron los míos.

--¿De verdad te gustó? – pregunté ilusionada.

--Tanto – susurró a mi oído – que te pediré que vuelvas a hacerlo cuando estemos solos… - me estremecí – pero mira, quiero que conozcas a alguien, él es Jake Bella, tu amigo de toda la vida – y me quedé petrificada al oír a Edward decirme quien era. Con nervios, los miré y Jake no se contuvo, avanzó hacia mí, dándome un abrazo como los de Emmett. Pero ¿Acaso Edward no odiaba a Jake?


--Hola chica – dijo contra mi cuello – no puedo creerlo Bella, ¡estás bien! – yo estaba tan sorprendida que no podía ni hablar y un carraspeo interrumpió nuestro reencuentro – Ah, mira, quiero presentarte a Sandy, mi novia.

--¡Su novia! – exclamó Edward con una sonrisa atornillada en su rostro.

--¿H-hola? – dije más en una pregunta – mucho gusto.

--Hola Bella, no sabes todo lo que Jake me cuenta de Rosalie, de Jimmy y de ti, los quiere mucho – y me brindó la sonrisa más amigable que pudo ser capaz de darme, me agradaba.

--¡Jake! – Choo lo había visto ya. Corrió y se abrazaron cuando escuchamos otro gritó.

--¡Pero si es el ingratísimo de mi amigo Jake! – bromeó Rose. Después de que se pusieran al día, ya que obviamente yo no podía hacerlo, nos despedimos de Esme y de Carlisle y nos fuimos a la fiesta. Como era de esperarse el lugar estaba reventar; todos querían entrar y no perderse la gran celebración. Sin problemas, entramos y nos llevaron a nuestra mesa; en un abrir y cerrar de ojos, ya teníamos junto a nosotros varias botellas de champagne y apenas el mesero las terminó de llenar, tomé una, se veía tan refrescante…

--¡Salud por estas guapas chicas! – brindó Jake y todos chocamos nuestras copas. Antes de tomar un sorbo, Edward me besó y luego pegó nuestras frentes.

--Te amo Bella – susurró y lo besé de regreso para luego tomar un gran trago de mi copa. Estaba feliz. Mi trabajo le había gustado mucho a Edward y yo disfrutaba haciéndolo, me había dicho que me amaba y yo también lo amaba desesperadamente ¿Podía pedir más?… Si.

Durante la noche, bailamos, platicamos, nos besamos y nos acariciamos. También estaba un poco cansada y acalorada, pero eso si, muy animada.

--Ahora vuelvo cielo, voy al baño – le avisé.

--Te acompaño, hay mucha gente amor – asentí y me dejé guiar entre la multitud – entra, aquí te espero – y así lo hice; me refresqué la cara y me recogí el pelo. Me miré al espejo y seguro que por el cansancio, vi un poco borroso.

Salí y rápido busqué a Edward quien me asustó al poner sus manos en mi cintura y darme un beso en la nuca – ¡Edward! Me asustaste – rió y me tomó de la mano, llevándome a un pasillo muy oscuro y casi vacío. Me puso de espaldas en un rincón y con una desesperación que me quitó el aliento, me besó mientras sus manos se adueñaron de mis senos.


--Te deseo tanto Bella – su voz ronca delató su nivel de deseo.

--Yo también cielo, vámonos a casa – le pedí.

--No voy a aguantar hasta llegar a casa, Bella…

--¡Edward!

--¡Shhh!

Intenté ver sobre su hombro pero era tan alto que no pude distinguir si había alguien que pudiera vernos.

--¡No puedo, aquí no puedo! – dije nerviosa.

--Si puedes – murmuró contra mis labios y una de sus manos bajó para colarse por debajo de mi corto vestido, subiendo por mi muslo. Gemí y apresó de nuevo mis labios al mismo tiempo que su mano se adentraba en la unión de mis piernas, pasando sobre la tela humedecida por mi cuerpo.

--¡Mierda Bella! No puedo creer que en dos segundos ya estés así para mí.

La sorpresa me dejó sin poder reaccionar y expuesta a sus deseos. Yo tampoco podía explicarme cómo mi cuerpo podía responderle tan rápido, ¿Cómo podía Edward llevarme a tal punto? Mi seno era masajeado con fuerza y como era de esperarse, mis pezones se irguieron en respuesta a sus caricias; mis piernas flaquearon al sentir que su otra mano, hacia a un lado la tela de mis bragas y sus dedos se internaban en mis pliegues y de pronto… en mí.

--¡Ahh! – grité mordiéndome el labio.

--¿Ves? También morías por esto amor… - giró la cabeza para cerciorarse de lo solitario de su rincón; con destreza se desabotonó el pantalón y bajó un poco sus bóxers dejando libre su más que evidente erección.

--Abre un poco las piernas amor – dijo ciego de deseo.

--¡No, por favor no lo hagas! Espera…

--Sólo hazlo, Bella – me pidió sin exigencia pero con voz llena de lujuria. Me puse de puntillas tratando de hacer lo que me había pedido mientras los nervios por ser atrapados in fraganti me hacían temblar. Rodeó con un brazo mi cintura y me elevó un poco para penetrarme de un fuerte y certero empujón de su pelvis contra mí.

--¡Edward! – su boca atrapó la mía acallando mi grito. El me llenaba cada vez que su longitud pulsante se introducía en mí enloqueciéndome de placer, desconectándome del lugar donde nos encontrábamos. No fueron pocas las intromisiones de Edward, fueron muchas y rápidas; secretas pero gratificantes. Gemíamos y jadeábamos sin parar, esforzándonos por no ser escuchados. Gozando de esa entrega clandestina llena de pasión. Edward respiraba agitado entre jadeos y pude sentirlo tensarse un poco.

--Vamos preciosa, vente conmigo – habló con esfuerzos y desbloqueé mi mente dejándome llevar sin importarme nada que me impidiera llegar al mismo tiempo que él al clímax que se avecinaba. De inmediato, todo me resultó más placentero de lo que ya era y pude alcanzarlo. Un conocido temblor comenzó a hacer vibrar mi vientre y me contraje alrededor de su miembro, a punto de explotar.

--Ya, ya voy…

--Dios, Bella… si, así, así , sii, sii ¡ahh!… - chilló al llegar juntos a un apabullante orgasmo.

Nos mantuvimos muy pocos segundos disfrutando aún de un de los temblores de nuestro orgasmo y sin dejar de sostenerme por la cintura, salió de mí y se subió los bóxers y el pantalón, para luego ayudarme a acomodar mis bragas y mi vestido.

--Vuelve al baño mientras yo voy también – me indicó y de nuevo entré para acomodar mejor mi ropa y refrescarme. Una vez que estuve lista salí pero Edward no estaba ahí; lo esperé un par de minutos y no aparecía. Tal vez, ya estaba en la mesa esperándome. Miré a mi alrededor y ni rastro de él. Decidí volver sola y me hice camino entre la gente que bailaba, me saludaban y me sonreían. Un poco nerviosa, tanto por lo que acabábamos de hacer, que había sido de lo más aterrador pero en extremo excitante, y por no encontrar a Edward por ningún lado, llegué con nuestros amigos y les pregunté por él.

--¿Han visto a Edward? Lo perdí hace un rato.

--¿Tú lo perdiste o él se perdió solito? – me preguntó Jasper al oído.

--¿Cómo? – no comprendí el sentido de su pregunta – no te entiendo Jazz…

Pego su rostro al mío y con un dedo apuntó detrás de una columna - ¿Ya me entiendes? – dijo algo molesto y no hubo necesidad de entender nada más. Edward platicaba muy animado con… la pequeña Bree.*



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12 comentarios:

Li dijo...

Hola Nenas! Espero que hayan tenido una Feliz Navidad y un buen comienzo de año... Quiero agradecerles por todo su apoyo, por estar aquí y leerme muy puntualitas. Un beso también a las que me leen x aquí y me dejan rw en FF, las adoro :)

Tambien a Nani te adoro Muñe, Joli, Silvia, Yolanda, Cris que están odiando a Nadia :) me encanta eso no sé porqué. A SweetPatt gracias por tus buenos deseos hermosa y a DraCullen un aplauso porque se leyó como tarea toda la historia, Bienvenida!

Sin más les dejo este capítulo a su consideración... ah! y disfruten el show!!

Besitooo

Li

joli cullen dijo...

agracias oye que ondas con edward parece que anda de caza despues de lo que hizo con bella platica con la odiosa de bree xd eso es pelea y de las buenas y edward hay a vese lo odio la cuida y se va xd quien entiende a los hombres

yolanda dijo...

Hola preciosa q capi hija por diosss a mi si q me dejas en shock ¡¡¡derrochas talento por todos tus costados!!!...el capi preciosoooo desd la primera linia ya me estaba riendo con Edward m encanta cuando se pone nervioso y bueno eres la bomba contigo es imposible aburrirse el q Edward la tome en el rincón a sido totaaaaal..ahora q después d un disfrut así ntro chico se merece un tirón de orejas...¿como q abandona a bella en el baño y se pone hablar con la petarda de bree alegrement?...ese es un detalle muy feo se merece la misma medicina q aprenda q eso duele m encantaría q apareciese en la fiesta el cañon del principe y aborde a bella y se echen un bailecito¿haber q cara se le queda nuevament a edward? xq esta muy feo esperarla para el sexo y desaparecer y entretenerse con la petarda q le coquetea un rato y el lo sabe..bueno,bueno ya muero por el siguiente cap menos mal q los subes rapido si no caeria muerta de ángustia y nervios,jajaja..
Feliz año preciosa y gracias por hacernos tan feices con tu maravilloso talento.un bsot enoorm desd madrid

CRIS dijo...

a ver que le pasa a Edward??????? por Dios!!!!! o acaba de tener sexo del bueno, con a tope de adrenalina con Bella "su mujer", y ahora que la deja esperándole para qué? ehhhh? para hablar con la insulsa de la pequeña Bree!!!!! pues .... te digo una cosita Edward te estas jugando el pellejo ohhh siii señor!!!!!!
eso no se hace hombre!!!! que es tan importante como para que dejes plantada a tu mujer y vayas a hablar con otra, y sabiendo que Bella es tan celosa como él y ya tuvieron algún problemilla de celos por culpa de Bree.

Me huele a bronca y gorda a no ser que sea demasiado buena la excusa.


Féliz año 2011 a todas, y como siempre un besazo.

dracullen dijo...

grax x la bienvenidaaa, y bueno ke rayos te pasa edward??? por dios acaban de estar en en limbo por asi decirlo y a los pocos minutos está con bree, ahss por dios , mugres hombres!! Presiento una pelea entre ellos , ojalá y bella marke territorio enfrente de bree!!!
Me encató el capitulo, tienes mucho talento, grax x compartirlo con nosotras, en hora buena, :D

Daniella dijo...

Hola!! soy daniela y llevo siguiendo tu blog desde diciembre y debo decir q lo amo!! es genial pero no habia podido publicar nada aun. chica debo decir que tienes talento!!! me dejas con los ojos como platos cada vez que se pelean y reconcilian bella y ed... lo que si esq aunq tristemente el q edward este hablando con bree vaya a crear una MEGA pelea entre el y bella, lo hermoso sera la reconciliacion! me pregunto si le pedira matrimonio a modo de lo mismo... ?? haha aguardo ansiosamente tu capitulo de la proxima semana!!

Nani-PattinsonWorld dijo...

Gracias cariño, sabes que te quiero muchisimo, espero que tengas un año lleno de felicidad, salud y amor ... para que mas no? bueno un poquito de pasta jaja eso siempre viene bien.
Gracias por este capitulo, me despisté y no sabía que lo habías subido. Edward que se nos pierde ainnnsssss
Un besazo enorme y FELICIDADESSSSSSSSSS BICHITOOOO

CRIS dijo...

Li, pensándolo mejor, creo que debe de haber bronca pero entre Bella y Bree, ya sabes un encontronazo de esos de marcar territorio,pero eso sí, después le cantamos las cuarenta a Edward, no se crea que se va a ir de rositas el muyyyy...uhhhhh.

besos

yolanda dijo...

Hola mis niñas"feliz día de reyes"espero q se hayan portado muy bien con todas vosotras q sois un tesoro..
Sobre ésta historia q m a robado el alma continuo pensando q a Edward hay q darle donde mas le duele el habla de confianza mutua pero hasta ahora la q a tenido q sujetar los celos a sido bella al ver las fotos con nadia..y ahora se pone hablar con bree sin esperar a bella eso a estado feisimo y m gustaria ver si el también sujeta los celos al verla a ella con otro alegrement por eso mencione al princip esta cañon a edward le hierve la sangre con el...por que discutir bella con bree pienso cris guapetona q es rebajarse como mujer y agrandar mas el ego d edward..él es el q esta comprometido y debe d empezar a mantener distancia con las mujeres y mas sabiendo lo mucho q gusta,un hombre y una mujer dificilment pueden ser amigos al final uno sale herido d muerte q es lo q le pasa a nadia..ed tiene aprender a mantener las distancias puesto q ama tanto a bella q si hay alguien brutalment celoso aqui es el...
Yo también deso ver la reconcilación...guauuu...y creo q Edward lo q tiene q hacer es pedirla matrimonio ¿a q espera? les daria la seguridad q les falta..Bueno haber con q nos sorprend li..muaaaaaaaaaaaaa

nydia dijo...

Hola la verdad no esperaba ese comportamiento de Edward despues de haber estado con Bella pero en verdad quien entiende a los hombres....Sigue asi..Besos desde Ecuador...

Ana DirtyDraco dijo...

Hola Li, gracias por este magnifico regalo de reyes veo que has empezado el año llena de inspiracion. Pedazo capitulo, te estas convirtiendo en el azote de nuestro pobre corazon, nos dejas sumidas en la intriga y la desazon al final de cada uno. Me ha sorprendido la postura de Jasper, ¿tiene un poquito mala leche no? no es solo lo que se dice tambien es como se dice ,con amigos asi quiero a mi lado enemigos, por lo menos se de que van. Pienso que la postura de Edward, tiene algun tipo de justificacion, en cualquiera de los casos ni Ed ni Bells tienen motivos para estar siempre tan celosos y en alerta, si la quieres y confias en tu pareja, sobran los celos. Y casarse o pedirla en matrimonio no es la solucion, hasta que no aprendan a confiar el uno en el otro, y con todo lo que ha pasado ya deberian, su union no tiene futuro ano ser que sea la excusa perfecta para celebrar reconciliaciones. Si es por eso, prometo que yo tambien estaria pinchando todo el dia a Edward, para que luego me hiciera el amor sin piedad. Besos mi querida Li, en tu magnifica linea como siempre.

megavladix dijo...

mi querida Li gracias por este gran capitulo como regalo de reyes amiga me has dejas boba este año lo comenzaste con gra inspireacion por que este capitulo contiene de todo me a encantado no sabes aunque lo que no cuadro mucho es la posicion de jasper al final yo entiendo son amigos y todo pero por que alguien tenga una charla amena con tu novio es que le vas a saltar encima en todo momento pero aqui la escritora eres tu y supongo que su postura tendra una justificacion pero como siempre las imagenes y el capitulo han estado increibles y solo me queda desearte te sigas adelante y estare esperando la proxima actualizacion besos.

KATRICIACRUZ