martes, 5 de octubre de 2010

CAPITULO 33

CAPITULO 33


EDWARD’S POV


¡Isabella! – No podía creerlo – ¡Mi Bella al fin frente a mí!

¡Dios! Estaba paralizado al igual que ella, nos mirábamos, y yo en esos segundos esperando salir de mi estupor, observé al ser de pie frente a mí y por el cual daría mi vida y mi alma; estaba tan hermosa como siempre aunque muy delgada y quizás podría decir que hasta un poco ¿Demacrada? Pero no, no, estaba más bella que nunca con esa cascada de pelo castaño enmarcando ese rostro con el que soñaba cada segundo y sus ojos que me veían asombrados…

No pude más y terminé con el espacio entre nosotros, la abracé y la apreté contra mi cuerpo, enterrando la cara en su pelo, absorbiendo ese aroma tan mío, sintiendo la calidez de su frágil cuerpo.

--Isabella… - le susurré su nombre al oído y de pronto, sólo la sentí desvanecerse entre mis brazos.

--¡Oh por Dios!, ¡Bella! – exclamé asustado levantándola en mis brazos, ya que esperaba cualquier tipo de recibimiento de su parte pero nunca un desmayo. Estaba enojada y con justa razón, eso lo entendía perfectamente bien; aún así, le pedí a Charlie que no le dijera a Bella que ya sabía dónde se encontraba y que iría a verla, él solo me respondió con una sonrisa triste diciéndome que no me preocupara, que él no le diría nada.

--¡A su habitación! – gritó Jimmy y Reneé se adelantó para guiarme. La seguí y acosté a Bella sobre su cama, la acomodé cubriéndola con las mantas y me senté junto a ella con su mano entre las mías, estaba helada.

--¡Creo que hay que llamar a un doctor! – dije preocupado.

--Estará bien – contestó Jimmy.

--No, está muy fría – insistí – alguien tiene que venir a verla.

--Ven Edward – Reneé me tomó por los hombros para salir y dejar sola a Bella pero yo no me quise mover, ya no iba a separarme de ella jamás – tardará un poco en despertar.

--¿Qué sucede con ustedes? ¿Bella se desmayo y están tan tranquilos? – saqué mi frustración al verlos sin reaccionar pasando las manos por mi cabeza y por mi cara tratando de calmarme un poco aunque no podía.

--Dejémosla descansar – insistió Jimmy.

--No me moveré de aquí – dije volviendo a tomar su mano – no voy a dejarla sola de nuevo.

--Edward… - titubeó Jimmy – hay algo que tenemos que decirte - y contra mi voluntad, salí de la habitación y los seguí hasta el salón. Una vez ahí, me quedé de pie ya que mi preocupación por Isabella no me permitiría sentarme tan tranquilo como ellos.

En ese momento comprendí que quien tenía algo qué decir era yo. Por mí, Isabella había decidido alejarse de todo, yo la había lastimado e indirectamente hice sufrir también a su familia y dañé su trabajo. Tenía qué empezar pidiendo disculpas a Reneé y a Jimmy pero no sabía cómo.

--Edward… – comenzó Reneé pero la detuve con un movimiento de mi mano.

--No, déjenme hablar primero por favor – di algunos pasos pensando cómo empezar.

--Hace algunos años, cuando vivía en Alemania, conocí a Irina, una mujer hermosísima y con una nobleza incomparable; ella pareció interesarse en mí y varios meses después, yo ya estaba perdidamente enamorado y seguro para dar el próximo paso; compré un anillo digno de ella y le propuse matrimonio. Aceptó y me hizo el hombre más feliz del mundo y cuando creí que no podía serlo aún más, me dijo que estaba esperando un hijo mío, ¡Imagínense mi sorpresa! – dije soltando el aire de mis pulmones al recordar ese momento; ellos me miraban y no emitían ni un ruido siquiera.

--Todo lo que yo quería en la vida se iba cumpliendo, un poco a prisa pero lo estaba obteniendo, una carrera sólida, un matrimonio, un hijo… hasta que un día una “amiga” de Irina llegó a mi oficina para quitarle la careta a ella y a mí la venda de los ojos. Tenía un grupo de amigas que se dedicaban a jugar con las personas, apostando por ellas y ganaba quien lograra que la “presa” como ellas nos llamaban, hiciera lo que ellas querían; yo le propuse matrimonio a Irina y por eso, ella se llevó según sé, un cheque muy jugoso…

--¿Y eso te lo contó una amiga suya? – Preguntó Jimmy frunciendo el ceño y yo asentí.

--Victoria. Ella se enojó cuando Irina no le pagó los cien mil dólares de la última apuesta y fue a contarme todo en venganza – al oír la cantidad abrieron los ojos asombrados – yo estaba furioso conmigo por dudar de Irina pero aún así, fui a su apartamento mucho más molesto aún; yo quería que me dijera que todo era mentira, ¡Quería que se defendiera! Pero no lo hizo, al contrario, aprovechó para mandarme al diablo y deshacerse de mí pero no contaba con que yo no me desentendería de mi hijo, yo lo amaba y lo deseaba con todo mí ser – contar todo lo sucedido en el pasado me estaba sirviendo de terapia; de nuevo sacaba todo y me sentía con un peso menos en mi espalda cada vez que lo hacía y cuando Bella me perdonara, al fin podría respirar y vivir en paz.

--¿Y que pasó con él? – Reneé me miraba asustada.

--Ella se fue a una finca de sus padres al campo, ella no me quería cerca y yo no podía insistirle y que esto provocara que cuando mi hijo naciera perdiera mis derechos de padre, así que acepté alejarme. No obtuve mucha información de ella durante varios meses y desesperado, fui a su apartamento y me enteré que mi hijo ya había nacido pero que ella había desaparecido. Un investigador lo encontró en un orfanato 2 meses después e inicié una batalla legal para hacernos una prueba de ADN para demostrar que el niño era hijo mío, pero los resultados salieron negativos y me hicieron renunciar a todo posible contacto con él – inhalé aire para continuar.

--Después de eso, ¿Cómo podría confiar en alguien? ¡Yo estaba enamorado de alguien que no existía! ¡De un engaño, de una mentira! Comencé llevar una vida no de desenfrenos porque estaba sumergido en mí trabajo pero mis relaciones eran otra cosa, todas eran superficiales y nada serias, no quería nada que me obligara a un compromiso, huía de ellas… pero al regresar a los Estados Unidos, conocí a Isabella y mandó al diablo todas mis convicciones, por más que traté de alejarme no pude y ella no me lo hacía nada fácil, ¡Aparecía medio desnuda en mi lugar de trabajo!

Jimmy soltó una carcajada – ¡Lo recuerdo perfecto! Estabas en shock – se burló y sonreí – es verdad, Bella no te dio vida, ¡Es tenaz!

--Si, demasiado – admití – Y me rendí. Decidí darme otra oportunidad y confiar en Bella; créanme que es la mejor decisión que he tomado, ella es la mujer de mi vida sin dudarlo; nunca he sido más feliz, nunca… – reconocí.

--¿Y porque carajo besabas a esa rubia de nuevo? – salté de mi asiento al escuchar a Jimmy. Me pasé la mano por el pelo, nervioso.

--Fuimos a Los Ángeles y recibí una llamada de la directora del orfanato de Berlín; Demetri, el niño que Irina dejó ahí, estaba muy enfermo y necesitaba encontrar a los padres; mi nombre estaba en el expediente y sabía que de alguna forma yo podía contactar a la madre – hice una pausa – Demetri tiene leucemia.

--¡Dios! – dijo Reneé llevándose una mano a la boca – ¡Pero es apenas un bebé!


--Esa enfermedad no distingue sexos, posición o edad – agregué y ellos asintieron – por eso busqué a Irina por todas partes y a las pocas semanas dieron con ella, estaba en Las Bahamas vacacionando – bufé – me puse en contacto con ella y le conté lo que sucedía; no iba a hacerlo gratis porque no tiene ni una pizca de buen corazón y mucho menos remordimientos así que le ofrecí una buena cantidad y milagrosamente aceptó; nos reunimos en mí oficina para ultimar detalles y como buena tramposa que es y para sellar el trato, me pidió que la besara para demostrarle que ya no me interesaba porque ella estaba segura que yo seguía respondiendo a sus caricias y que aún sentía algo por ella – inhalé profundamente – lo hice por Demetri, porque lo que ella pueda creer me tiene sin cuidado, estoy muy seguro de mí y de la mujer que quiero…

--¡Es una zorra! – Gritó Jimmy - ¡Eso fue lo que Bella vio! – levanté la mirada hacia él; esa era la parte que yo necesitaba saber porque sólo había hecho conjeturas.

--Llegamos a Nueva York un día antes de lo previsto porque terminamos con el trabajo – decía Jimmy - ella quería sorprenderte con un regalo llevándotelo a tus nuevas oficinas pero estaban casi desiertas, ni tu secretaria estaba, así que se asomó con cuidado al ver la puerta entreabierta y te vio besando a esa sabandija inmunda; no sé cómo no se desplomó ahí mismo, sólo tuvo fuerzas para llegar a las escaleras – Reneé escuchaba atenta por primera vez el relato completo – un rato después, le marqué a su teléfono pero no me respondía y yo insistí gracias al cielo porque cuando pudo hacerlo, me contestó la llamada y fui a buscarla – sacudió la cabeza negando y yo me sentí el hombre más miserable por haberle causado tanto dolor a Bella – la encontré tirada en las escaleras… - se levantó y comenzó a sollozar.

--… me pidió ir a mi casa; ahí lloró y se desahogó cuanto pudo; al día siguiente ya había decidido lo que haría, sólo quería despedirse de ti, estar una noche más contigo – Jimmy negaba con la cabeza mirando al suelo – yo estaba seguro que no era una buena idea porque sólo sufriría más pero no pude convencerla de lo contrario, así que fingió llegar el día que la esperabas; al día siguiente fui por ella para irnos al aeropuerto, no quiso llevarse nada de ahí, dejó…

--…hasta la pulsera que le regalé y su teléfono – terminé por él – y no estoy seguro pero creo que escuchó a Irina cuando la llamé antes de subir al avión y apagar mi celular; nos íbamos a Berlín, tenía que asegurarme de que cumpliera y se hiciera los análisis necesarios para darle la médula a Demetri.

--Si la escuchó y eso acabó con ella, así que más decidida que nunca tomamos un vuelo hacia aquí; nadie sabía dónde nos encontrábamos, ni Reneé, ni Charlie, nadie; busqué esta casa porque sinceramente Bella estaba mal y yo sabía que no se recuperaría pronto de eso – la voz de Jimmy fue decayendo.

--Por eso al regresar de Berlín fui a buscarla a Phoenix – continué - la busqué como un loco cuando comprendí que se había marchado; no contestaba mis llamadas y nadie sabía de ella, ¡Me había dejado!

--Pero yo sólo sabía que se había ido para pensar las cosas, intuí que pasaba algo entre ustedes – decía Reneé – pero no sabía la magnitud de todo hasta que te vi en mi casa y con ese aspecto, ahí supe que era algo más que una simple pelea de novios y luego… luego… - se llevó las manos al rostro cubriéndose al soltarse llorando profusamente.

Algo no andaba bien. Reneé lloraba y Jimmy secaba las lágrimas que caían por sus mejillas. No me miraban a los ojos y estaban… ¡Dios! ¿Qué sucedía?

Me puse de pie para ir a ver a Isabella pero Jimmy me detuvo.

--¡Espera!

--Por favor, ¿Qué pasa? – Pregunté angustiado – necesito saber… - se rompió mi voz.

--Edward… - Jimmy suspiró – Bella, sufrió un accidente al poco tiempo de llegar aquí – soltó el aire y se cubrió los ojos con las manos.

--¡Un accidente! – El aire comenzó a faltarme - ¿Qué…? ¿Cóm…? ¿Qué tipo de accidente? – mi vista se nublaba.

--Un camión la embistió al cruzar la calle distraída – Reneé intentaba hablar pero era demasiado el esfuerzo para ella en ese momento y Jimmy continuó – la aventó varios metros y se golpeó la cabeza con una toma de agua; tuvo muchas fracturas en todo el cuerpo…

--¡No sigas! – Lo detuve porque era demasiado lo que mi Bella había pasado durante todo ese tiempo – no sigas por favor – apreté muy fuerte los ojos y cubrí mi rostro con un brazo.

--Lo siento Edward pero tengo que terminar – sollozaba agitado – el golpe de la cabeza le ocasionó varios problemas, tuvieron que operarla para que no tuviera un derrame y estuvo inconciente varios días; cuando despertó parecía que todo estaba bien…

--¿Parecía? ¿Qué tiene Isabella? – Lo interrumpí - ¿Qué tiene Jimmy?

--Bella, no recuerda nada…

¿Qué? ¿Cómo era posible? No, no había escuchado bien.

--¿Qué dijiste? – Pregunté de nuevo – no te escuché bien.

--Si lo hiciste Edward – Reneé se sentó junto a mí – Bella perdió la memoria.

--¡No! ¡No es verdad! – De un salto me puse de pie y corrí a su habitación; ella seguía dormida plácidamente y su hermoso rostro se veía más angelical y más tierno que nunca. Me recosté junto a ella y besé su mejilla, acaricié su pelo y tomé su mano. Lo que me decían era mentira, querían verme sufrir cómo había sufrido Bella, era eso, solamente eso. Pero aunque quería, ni yo mismo podía engañarme al ver los rostros de Reneé y de Jimmy, el sufrimiento se les veía a flor de piel y al comprenderlo, me separé de ella y limpié mis propias lágrimas.

Bella empezó a removerse en la cama y Jimmy me dijo rápidamente que no podía darle información de más, que poco a poco le iríamos diciendo quien era yo en realidad y que le siguiera la corriente. Estaba muy confundido y sufriendo ante toda esa revelación pero Bella estaba despertando y no podía hacer nada más que lo que ellos me indicaran.

Sus ojos fueron abriéndose lentamente; en un impulso volví junto a ella y de nuevo tomé su mano. Parpadeó varias veces y me miró. Estudió mi rostro y cada ángulo de él, estaba seguro que me había reconocido, ¡Que a mí si me recordaba! Pasó su mirada de Reneé a Jimmy y de vuelta a mí; se le notaba un poco confundida y aún más al ver que estaba casi sobre ella y la tenía tomada de la mano pero no se asustó ni hizo intento alguno por soltarse o alejarse de mí. Vio mis ojos irritados y con su mano libre acarició mi mejilla.


--¿Por qué lloras? – creí morir de alegría al escuchar su voz.

--Porque te extrañé mucho Isabella – le sonreí.

Bella buscó la mirada de Jimmy y el asintió asegurándole que todo estaba bien. Besé su mano porque no me atreví a nada más y la mantuve entre las mías.

--¿Tú… eres amigo mío?

Me pareció notar un poco de emoción en su tímida vocecita y me hubiera gustado haberle podido decir que éramos mucho más que eso, que nos amábamos y que nos pertenecíamos, que ella era mi vida y que ya nunca más nos separaríamos, pero tenía que hacer lo que me habían pedido, así que sólo me limité a mirar a Jimmy para que él respondiera por mí.

--Claro Bella – respondió alegre – anda párate ya dormilona y vamos a cenar porque muero de hambre.

--¿Cenar? – Parecía confundida - ¿Cuánto tiempo he dormido?

--¿Por qué te preocupas por eso Darling? Reneé ya va a servir la cena, apúrate – y salió de la habitación dejándonos solos. ¿Qué se suponía que debía hacer?

--Seguro, en cuanto mi amigo me lo permita, me levanto de aquí – y su risa volvió a llenarme de paz. Era ella, la misma Bella, en esencia no había cambiado ni perdido su encanto, era mi Bella quien estaba junto a mí y quien había acariciado mi rostro, de alguna forma, ella me recordaba, yo lo sabía.

--Oh, discúlpame – me puse de pie y la ayudé a salir de la cama.

--Gracias… - y me mi miró para que le dijera mi nombre.

--Edward – sonreí – Edward Cullen.

--Es un placer Edward – me tendió su mano.

--El placer sigue siendo todo mío Isabella – y le di un suave beso en el dorso sin apartar la mirada de sus ojos.

--Ven, es por aquí – y la seguí hasta el comedor dónde ya nos esperaban.

--Siéntate aquí – señaló un lugar y después de acomodarle la silla me senté junto a ella; antes de empezar a cenar, escuché a Reneé.

--Bienvenido de nuevo Edward – apretó mi mano y me sonrió al igual que Jimmy y yo a ellos. Eran sonrisas alegres de algún modo, pero no podíamos ocultar un dejo de tristeza detrás de ellas.

--¿Te sirvo? – Me preguntó Bella.

--Por favor – acepté – comeré todo lo que tú me des – nos reímos y el timbre de la puerta llamó nuestra atención, Bella se levantó de un saltó y corrió a abrir.

--¡Diego! – Gritó emocionada – ¡Si pudo llegar a cenar!

Abrió rápido la puerta y un hombre estaba ahí de pie.

--¿Dove si trova la bella Isabella? (¿Dónde está la bella Isabella?) – y la tomó de la cintura levantándola en un abrazo, Reneé y Jimmy sonreían y yo me quedé quieto al verlos. ¿Qué era eso?

--Diego ven, tenemos visitas – le dijo feliz – un amigo está cenando con nosotros ven – y prácticamente lo arrastró hasta el comedor.

--¿Un amigo? ¿Y no pensabas contarme eso? – le decía en broma – que “ragazza” tan tramposa eh…

--Yo tampoco lo sabía Diego – Bella no lo soltaba - ¡Ven!

¿Qué había sucedido todo ese tiempo además del accidente? ¿Bella ya estaba con alguien más? ¿Por qué no me lo dijeron?

--Buonanotte – dijo el italiano que aún sostenía su mano; saludó a Reneé con un beso en la mejilla y ¡También a Jimmy!

--Diego Conti – me ofreció su mano y con mucho gusto lo saludé.


--Edward Cullen – y sentí el cambió. Me miró directamente a los ojos y después a Jimmy quien asintió discretamente y Reneé como si no pasara nada, le ofreció algo de tomar pero su mirada seguía clavada en mí. Era obvio que él sabía todo y por eso reaccionaba así, ya después se pondría al día, mientras disfrutaría la cena junto a Bella.

Intenté mantenerme callado pues no quería decir nada que pudiera ocasionarle a Bella algún tipo de reacción que resultara contraproducente para el avance que hubieran logrado con ella. Tenía que ver cómo manejaban ellos la situación para poder guiarme a partir de ese momento, por eso sólo contestaba unas cuantas de la lluvia de preguntas que me hacía Isabella porque Jimmy y Reneé respondían las más arriesgadas.

--Edward dime – preguntaba ansiosa - ¿Somos amigos desde hace mucho?

--Eh… bueno, nos conocimos a principios de noviembre.

--¿En dónde?

--En una cena en casa de mis padres – miré a mis “guías” y todo iba bien.

--¿Y porque fui a esa cena?

--Acompañaste a Rosalie, una amiga de todos nosotros, ella es novia del hermano de Edward y ya Bella, deja cenar tranquilo a Edward – la sentenció Jimmy y ella me miró disculpándose.

--Está bien Isabella – apreté su mano – no hay problema – y me regaló una de las sonrisas que tanto me gustaban.

--Y Rosalie… - dudó y se concentró en su plato. Nadie le insistió a que siguiera preguntando.

La conversación se centro en Diego que era doctor de Bella, el la había operado y tratado de todos los golpes y fracturas que había sufrido; también me contaron que los había invitado a conocer a su familia a La Toscana y que eran muy agradables y los paisajes maravillosos.

--No me gustan las fotos – Bella soltó de pronto y yo me giré completamente hacia ella al escucharla decir eso tan segura.

--¿Qué dijiste? – Le pregunté asombrado, Bella amaba su trabajo y me parecía inconcebible escucharla decir eso.

--Si Bella, dinos porqué dices eso – la forzó Diego tal vez para saber si su memoria iba haciendo algún progreso.

Ella sólo se encogió de hombros y ladeó la cabeza hacia un hombro. Ella siempre hacía eso cuando estaba enojada y no quería contestar. Minutos después salió de su trance y continuó con las preguntas.

--¿Y tú que haces? ¿En qué trabajas?

--Soy Ingeniero Civil – vi que se quedaba pensativa y agregué – yo construyo puentes, carreteras, edificios grandes, presas y esas cosas.

--¿Y ahora tienes vacaciones? ¿Por qué estás aquí? – era incansable mi pequeña.

--Mmm si, tengo vacaciones, tu padre me comentó que estaban por aquí y que tal vez sería bueno si pasaba a saludar – una pequeñísima alteración de la verdad no le haría muy mal.

--¡Oh! ¿Viste a papá? ¿Cómo está? – me pidió saber.

--Muy bien Bella, te manda muchos saludos.

--¿Quieres postre? – Preguntó un poco tímida – yo lo hice, es tiramisú.

--Claro, ya te había dicho que me comería todo lo que tú me dieras ¿O no?

--¡Buen chico! – respondió y todos reímos.

Después de tomar el postre y el café, de cerciorarme que efectivamente no me había equivocado y que Diego estaba ahí por Jimmy y no por mi Bella, pasamos al salón y se sentó junto a mí. Reneé me guiñó un ojo y me puso nervioso. Ya había entendido cómo se manejaban con Bella; era un juego de preguntas y respuestas y no debía darle más allá de la información precisa. No era difícil, sólo que… ¿Cuánto duraría ese juego?

Casi una hora después de escuchar las ocurrencias de Jimmy, Isabella bostezó y me alerté.

--¿Estás bien? – acaricié su mejilla preocupado.


--Edward, sólo perdí la memoria, supongo que todo lo demás sigue igual conmigo – dijo sonriendo, cómo si lo que hubiera perdido fuera un simple arete.

--No me importa, ahora estoy aquí para cuidarte y no podrás evitarlo – le aseguré.

Abrió los ojos desmesuradamente al igual que los testigos de nuestra conversación.

--¿Te quedarás aquí? – Asentí y continuó - ¿Pues cuanto tiempo duran tus vacaciones Edward?

--No te preocupes por eso, Bella – dije despreocupado pero era algo que tenía que tomar muy en cuenta.

--¿Qué te parece si ahora te vas a descansar y mañana me enseñas un poco de Florencia? – me aventuré a proponerle sin antes consultar a mis asesores.

--¡Perfecto! ¿A dónde quisieras ir primero? – la vi dudar.

--¿Qué pasa? – me preocupé.

--Es que… yo no conozco nada – y soltó una carcajada. Mi bella estaba feliz y procuraría que así estuviera siempre pero con la memoria recuperada.

--Bueno, en ese caso conoceremos juntos Florencia, pero tienes que descansar porque yo no voy a cargar chicas exhaustas ¿eh? – le advertí con una sonrisa.

--De acuerdo, me iré a dormir, ¿Tú te quedas? – Me preguntó.

--Si, sólo un momento más – respondí.

--Entonces buenas noches a todos – se levantó, besó a Diego y luego regresó a mi lado – hasta mañana Edward – besó mi mejilla poniéndose de puntillas y luego desapareció por el pasillo.

Me senté de nuevo tratando de controlar el cúmulo de emociones que tenía sobre mí. Cubrí mi cara con las manos y las pasé repetidamente por ella. Reneé estuvo en un segundo junto a mí abrazándome.

--¿Qué es todo esto Reneé? ¿Por qué Bella? – Hablé aún con las manos en el rostro, negando toda aquella situación - ¿Qué vamos a hacer?

--Ella se recuperará Edward – escuché decir a Diego – es un hecho, no sabemos cuanto tiempo tarde en recordar todo pero lo hará, te lo aseguro – y puso una mano sobre mi hombro.

--Si, ella va mejorando créeme, y ahora que estás aquí… ¡Vaya! ¡Nunca había estado así! – Dijo Jimmy – de verdad Edward.

--Es cierto – lo secundó Reneé – creo que de alguna forma…

--¿Me recuerda? – apenas pude decir por el nudo en mi garganta y ella asintió – bien, ahora cuéntenme detalle a detalle, quiero saberlo todo…

***

De vuelta al hotel, me derrumbé sobre la cama. Quería desconectar mi mente. No quería pensar. Necesitaba simplemente no pensar. Me esforcé en ello y en algún momento me quedé dormido. Me desperté casi 8 horas después por el ruido de mi teléfono. Era Alice, tan desesperada como siempre; aunque debía reconocer que me había dejado tranquilo muchas horas, supongo que para no interrumpir “la reconciliación”.

Sonreí triste. Ahora si era momento de empezar a organizar mis ideas y buscar una solución para todos los problemas que tenía encima. Unos problemas que jamás en la vida pensé que pudiera llegar a tener. La mujer de quien estaba enamorado no me recordaba, ni a mí ni a nadie, no recordaba absolutamente ninguna experiencia personal, sólo los conocimientos adquiridos, pero algún recuerdo vivido, no. Diego me había asegurado que era temporal, ¿Pero cuan temporal podría ser? ¿Estábamos hablando de semanas, meses o tal vez años? ¿Pudiera haber algún detonante para que ella se recuperara con mayor rapidez? ¿Sería bueno si eso sucedía o todo lo contrario?


--Hola Alice – la saludé.

--Uf, ¡Que ánimos! ¿O es que están muy cansados eh? ¿No interrumpí nada verdad? – bufé.

--No Alice, no lo hiciste – respondí.

--¿No se han contentado aún? – Parecía asombrada.

--Alice... - y me dispuse a contarle todo tal cual y cómo me lo habían contado a mí Jimmy y Reneé. Estaba sin palabras, lo que significaba que en realidad se había sorprendido con todo lo que le había ocurrido a Bella.

--Edward… - la oí llorar - ¿Qué podemos hacer?

--No sé, por lo pronto hablaré con su doctor, con el neurocirujano, tengo que escucharlo de viva voz. Aún no puedo creer que no recuerde nada Alice, ¡Que esto nos esté pasando! – Grité angustiado.

--Ya verás que te da buenas noticias – me animó – por lo pronto anda, date un buen baño y ve a verla, se enojará si la dejas plantada o si llegas tarde, la conozco.

***

JIMMY’S POV

Estaba agotadísimo después de semejante día. No fue nada fácil manejar la noticia de Bella con Edward, no después de todo lo que nos confesó. Admito que lo juzgué mal, ¿Pero cómo podía hacerlo de otra forma si las pruebas lo condenaban? Ya aclarado el asunto, me sentí mal por él. No había salido de una y ya tenía la otra encima.

Pude ver su rostro cuando al fin vio a Bella. Se le abrió el cielo. Ella era la luz de sus hermosos ojos verdes. Nunca creí verlo llorar y fue tan desgarrador… Era amor puro lo que él sentía por Bella, no podía ser otra cosa, por eso sufría tanto y estaba como un loco desesperado, angustiado por ella.

La noche anterior, después de que Bella se despidió y se fue a descansar, él nos había pedido saber todo lo que había sucedido. Entre Diego, Reneé y yo lo pusimos al tanto y su rostro reflejaba tanto dolor que por un momento pensé que lo mejor era dejarlo hasta ahí y no seguir diciéndole nada. ¡Yo mismo no podía soportar revivirlo otra vez!

Edward se marchó cuando estuvo más tranquilo y Reneé y yo no pudimos dejar de preguntarnos miles de cosas, como si sería bueno pensar en regresar a los Estados Unidos, porque lo que nos mantenía alejados ya estaba solucionado, así que tal vez pudiera ser una opción el volver; quizás en su verdadera casa ella pudiera empezar a recordar, al sentirse entre sus cosas, entre sus amigos, en su propia ciudad, aunque eso significara… ¡No! ¡Cero negatividad! Además yo podía organizar cualquier cosa, todo se podía en esta vida – corrección – todo lo podía yo en esta vida. No iba a perder el contacto con Diego jamás.

Pero en ese momento tenía que dejar de pensar en eso e ir a despertar a Bella quien seguramente ya estaba lista y ansiosa por ver a su “amigo” Edward.


--¡Arriba Darling! – dije antes de entrar a su habitación – que hay que ir a conocer esta bella ciudad…

Bella aún estaba dormida y me acosté junto al ovillo de mujer que se había hecho. La abracé y pude darme cuenta que estaba despierta y temblaba un poco; enseguida me preocupé porque una cosa eran esos desmayos que ya le habían ocurrido un par de veces y otra era que temblara y estuviera despierta en ese estado.

--Hey, Bella ¿Qué sucede? ¿Qué tienes? – Le pregunté muy bajito – cuéntame ¿Si? – no se movió ni hizo el intento de responderme.

--Bella, háblame, dime que tienes – insistí - ¿Qué es lo que sientes eh?

Sin miedo a equivocarme, podía asegurar que eso tenía que ver con Edward. Esa actitud la podía reconocer porque algo similar le había ocurrido cuando estuvimos en La Toscana con la familia de Diego y los flashes de las cámaras la habían asustado. ¿Acaso sería que empezaba a recordar? ¿Estaba ya en proceso de hacerlo?

Ella había reaccionado así al enfrentarse a cosas muy importantes en su vida, las fotos, los flashes y las cámaras y a Edward. Ambos representaban sus grandes pasiones, su trabajo y el amor de su vida.

Si, ¿Qué otra cosa pudiera ser? Íbamos por buen camino, ¡Lo sabía!

--Tienes que apurarte, darte un baño y arreglarte porque tenemos que elegir lo que te pondrás ¿Eh? – la animé pero ella no se movió.

--¿No quieres ir? – Fingí estar triste – yo pensé que por fin conoceríamos un poco y resulta que no quieres ir, ¡Que fiasco!

--Tengo miedo… - murmuró.

--¿Pero miedo de qué Bella? Ya van varias veces que me dices que tienes miedo pero no me dices de qué o a quién… ¿Es eso? ¿Le tienes miedo a una persona? ¿Haz recordado algo?

--No lo sé, sólo me siento nerviosa, muy nerviosa – aceptó – cómo cuando estábamos con la familia de Diego y comenzaron las fotos, así me siento; no sé con qué otra cosa podría compararlo, sólo que no es una sensación agradable, no me gusta… me da miedo…

--¿Te da miedo porque sientes que pudieras estar frente a algo relacionado contigo? ¿Algo que tuvo mucha importancia en tu vida? – tal vez si la encaminaba un poquito la ayudaría a recordar o de algo serviría ¿No?

--Si…

--¿Y quieres saberlo?

--¡No! – Respondió inmediatamente – no quiero.

--Bella, no debes tener miedo, al contrario, ¿Qué tal si son cosas buenas de tu vida? cosas que tú quisiste mucho, ¿Por qué te niegas?

Bella sólo sacudía la cabeza y apretaba las sábanas a su cuerpo.

--OK sólo te voy a decir una cosa – dije firme – el querer vivir ignorando lo que ocurre a tu alrededor puede hacer de tu vida un verdadero sufrimiento; tú eres una persona que siempre ha luchado contra la corriente, eres fuerte, y honestamente me duele ver que quieras tapar el sol con un dedo, me decepciona mucho... y discúlpame, voy a darme un baño.


La dejé ahí hecha una bolita en su cama. Sabía que no se movería en todo el día y lo sentía por Edward que seguro estaba muy emocionado por estar con Bella todo el día aunque fuera de ese modo pero tampoco la podíamos obligar. Lo único bueno que había resultado de nuestra conversación, era que yo no estaba muy equivocado y el comportamiento de Bella si tenía que ver efectivamente con esas dos cosas importantes en su vida y el miedo que sentía, era por saber cosas de su pasado que le ocasionaran dolor. Bella tenía miedo de sufrir.

Si era así, su recuperación iba a ser muy pero muy lenta mientras se negara a saber cualquier cosa relacionada con su vida.

Terminé de arreglarme y fui a ver a Bella de nuevo. Seguía tal cual como la había dejado pero no me iba a rendir.

--Darling, ya sé que no quieres pararte, ni desayunar ni nada y está bien – usé mi tono más chantajista – sólo te aviso que tal vez te quedes sola durante el día, nosotros vamos a salir – pero ni eso sirvió porque tampoco se movió.

¿Qué iba a hacer con Bella? ¿Cómo iba a hacer que aceptara conocer su vida con todas las cosas buenas y malas que tenía?

EDWARD’S POV

Llegué a casa de Isabella un poco menos triste de lo que estaba esa mañana. Tenía que hacer el esfuerzo por ella, para animarla y hacerla sentir bien. Me recibió Reneé diciéndome que Bella no había querido levantarse esa mañana y que estaba deprimida. Jimmy me explicó que pensaba que su estado tenía que ver con el miedo a afrontar sus recuerdos ya que tal vez fueran dolorosos y ella no quería sufrir y me pareció lógico. Recordé cuando quise contarle a Bella porqué me había comportado como un idiota cuando la conocí y me rehusaba a tomar en serio cualquier relación; ella se había negado rotundamente a escucharme y me rechazaba cada vez que intentaba decírselo hasta que me dí por vencido y dejé el tema por la paz pensando que mi pasado así se mantendría, en el pasado, más nunca imaginé que regresaría y para poner mi vida de cabeza.

En ese entonces, su miedo era el mismo. El miedo a saber todo lo que le pudiera ocasionar dolor, era lo que ella había evitado siempre.

¿Y hubiera sido mejor insistir y contarle todo en aquel momento? Tal vez ella me hubiera dejado y lo que vivimos nunca hubiera existido. Pero el destino o lo que fuera, había decidido que viviéramos todas esas adversidades y si tenía que atravesarlas de nuevo, lo haría sólo para demostrarle a Isabella cuanto la amaba, lo único que lamentaba con el alma es que ella también sufriera del modo que le había tocado hacerlo. Ella no se merecía eso y lo único que quería y podía hacer, era estar a su lado y cuidarla, no importaba el tiempo que le tomara recuperarse, yo estaría ahí junto a ella.

Pedí permiso a Reneé y tomé un vaso de jugo para llevárselo; ya que me habían dicho que ni siquiera quería probar nada cuando se deprimía así que crucé los dedos y di unos golpes a su puerta; no esperaba que me respondiera por eso después de unos minutos de estar ahí de pie, giré muy suavemente la manija de la puerta y me asomé sin decir nada.

Ella seguía hecha un ovillo pequeño y cubierta con las sábanas hasta la cabeza justo como me había dicho Jimmy. Entré muy despacio y dejé el vaso en la mesita junto a su cama. Tal vez lo que estaba a punto de hacer fuera muy riesgoso pero no soportaba verla de ese modo, vencida por el miedo. Lentamente me acosté detrás de ella como lo hacía antes pero no la toqué. Así permanecí un rato, pensando que sólo me separaban unos cuantos centímetros para abrazarla, hasta que me armé de valor y le dije…

--Bella – y sentí que se tensó al escuchar mi voz. Esperé un par de minutos más y continué - ¿Te sientes muy mal como para dejarme plantado Isabella?

Escuché más fuertes sus respiraciones y me animé a seguir – Isabella… ¿Podrías hacerlo por mí? ¿Te levantarías hoy de aquí si yo te lo pidiera? Sé muy bien que es lo que te ocurre y créeme que yo también estuviera muerto de miedo en tu lugar – susurré, estiré mi mano y decidido, puse un dedo en su espalda y comencé a dibujar en ella muy despacio esperando una reacción.


--Bella, mírame por favor – le pedí y sentí que se movía un poco – eso Bella, mírame - se movió muy despacio para finalmente quedar frente a mí; bajó las sábanas dejando su rostro al descubierto.

--Todos los que te conocemos y te queremos jamás te pediríamos algo si supiéramos que eso sería demasiado para ti - le dije mirándola fijamente a los ojos – tú eres una de las personas más valientes que he conocido en mi vida Bella, por eso te pregunto, ¿Prefieres vivir ignorando tu vida solo porque tienes miedo de saber lo que hay en ella? ¿Por qué tienes miedo de descubrir si fuiste una mujer valiente y exitosa o una mujer insegura y mediocre?

Cerró fuertemente los ojos y le repetí – mírame Isabella, siempre mírame – y los abrió con sorpresa – tú eres Isabella Swan una mujer muy querida por todos los que te conocemos. Danos la oportunidad a todos nosotros de verte de vuelta, a la verdadera Bella, no queremos ver a esta Bella llena de temores e inseguridades porque no es a quien nosotros conocemos y queremos – acaricié su mejilla.

--Yo… - la escuché decir – yo no…

--Por favor Bella vuelve – dije con un nudo en la garganta – vuelve a mí…*



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Imágenes: PattinsonWorld.

8 comentarios:

mundo dijo...

me encanto no tardes en publicar, saludos...

mariana

joli cullen dijo...

HAY SE ME SLAIEORN LAS LAGRIMAS AL FINAL CUANDO LE DICE VUELVE A MI
HAY QUE HORRIBLE PARA EDWARD DECIR TODO LO QUE LE PASO Y BELLA XD NO RECUERDA NADA YA QUIERO AMOR PLEASE

Nani-PattinsonWorld dijo...

Muchas gracias cari, es perfecto, estoy llorando como idiota. Me ha pillado por sopresa, pense que aun no lo tenias.
Te quiero nena
Un besote

fabiola León dijo...

li plis!!!!!! que no se enamore de otro!!! jajaja huuuii ahora que están juntos que bella recuerde todo su amor hacia su adorado Ed...
besos

Ana DirtyDraco dijo...

Mi dulce LI, no vas a permitir que ese Edward pasional y enamorado la hipnotize con sus bellisimos ojos verdes y la traiga de regreso a él?, solo tu puedes hacerlo, yo volveria...aunque estuviera muerta. Estoy segura que tu tambien. Genial, vuelve con nosotras capitulo tras capitulo,te esperamos, te extrañamos.

CRIS dijo...

vuelve Bella vuelve, tienes que volver por favor, que tienes a tu Edwars sufriendo y suspirando por ti.

Precioso capítulo Li, me ha emocionado mucho.
besos

megavladix dijo...

querida amiga dilsculpa no haberte escrito antes pero he tenido problemas con la conexion de internet y mi esposo dijo que si mantenia la cordura me descoctaria el internet por mas tiempo asi que bueno.tu capitulo me facino ni siquiera me atrevia a respira o parpadiar hasta terminarlo de leer es que estavos todos esperando la reacion de bella pero nos toca espera para que lo recuerde espero que no vaya a er muy dura con edward por lo que cree que le hiso pero eso solo lo decides tu asi que amiga sige adelante hasta la proxima actualizacion

katriciacruz

dracullen dijo...

si ke vuelva a edward!! :D